jueves, 8 de mayo de 2008

Néstor Pitrola en Plaza de Mayo

"Ocupamos la plaza en una hora crucial para los trabajadores"

Ante todo reivindicamos la enorme batalla política de todas las organizaciones presentes en esta Plaza de Mayo, en el Día Internacional de los Trabajadores, continuadora de todas las plazas obreras y piqueteras desde el Argentinazo hasta hoy. Y todos los escenarios de lucha en la misma línea: grandes actos de organizaciones obreras, del movimiento sindical y de la izquierda en Córdoba, en Rosario, en Neuquén, en Mendoza, en Tandil y en muchas otras localidades del país.
Estamos aquí ocupando el escenario que abandonan las centrales obreras, la CGT y la CTA, que se mandan a guardar en una hora crucial para los trabajadores y desde esta plaza lanzamos una lucha, un programa y un reagrupamiento para que sean los trabajadores los que vayamos adelante y no la clase capitalista que gobierna con los Kirchner (aplausos)
No podíamos, compañeros, estar ausentes hoy aquí, en la plaza del poder, para levantar bien alto las banderas de la heroica huelga del Casino, brutalmente reprimida por Prefectura, encubridora de los genocidas a las órdenes de Cristóbal López y de sus socios de la casa Rosada; las banderas de Mafissa, víctima de la infantería de Scioli, de los obreros del subte, de la Línea 60, del Francés, de Rigolleau, de todas las víctimas de las patotas sindicales más o menos moyanistas, pero todas amparadas por el gobierno.
¡Cómo no estar aquí hoy, cuando seguimos luchando por la aparición de Jorge Julio López, y cuando hace pocas horas, durante más de 24 horas, Juan Puthod estuvo en manos de ese aparato represivo que jamás fue desmantelado, y que sigue secuestrando, que sigue torturando y que sigue reprimiendo al pueblo amparado por el Estado y por una política de impunidad mientras se inauguran monumentos a la memoria y actos de recordatorio! ¿Cómo no estar aquí cuando tenemos que dar esta lucha? (aplausos)
En medio de la crisis entre los propios sectores capitalistas que se enriquecieron con este gobierno, se han multiplicado los ataques al movimiento combativo, pero es también claro que por ello no logran detener este otoño de huelgas fabriles y descontento social. Los combativos docentes de la Adosac de Santa Cruz esperaron a la Presidenta con una huelga general, cagándose en la conciliación obligatoria del gobernador Peralta. Y los petroleros le ocuparon una planta en Pico Truncado; y los compañeros de Estancias del Sur en Córdoba, que obtuvieron, después de cinco días de huelga, piquete y corte de ruta, un gran triunfo reincorporando 70 compañeros represaliados por pedir aumento de sueldo (aplausos); los compañeros que se levantaron del ingenio El Tabacal; los compañeros de la Conadu Histórica, de la cual está presente aquí su secretaria general nacional, que luchan en todas las universidades del país por el aumento de salarios. Y los Suteba combativos, junto a los maestros combativos de todo el país, que el 4 de abril le dijeron por miles "no" a Yasky, no a la política de liquidación de la educación y a la miseria salarial de Cristina Kirchner, la presidenta que asumió atacando a los docentes. Han vuelto a salir a la calle las barriadas piqueteras contra la carestía y contra el hambre, en Lanús, en el Gran Buenos Aires, en el Chaco, en Mendoza.
Esta es la plaza que viene a reforzar esas tendencias combativas, que viene a reforzar esas tendencias de independencia política, que han expresado la Lista Naranja Gráfica, el cuerpo de delegados de Ecotrans, los compañeros del Subte, de la 60 y de tantas líneas de la UTA, los compañeros del sindicato del neumático, que enfrentaron a la burocracia sindical. Esta es la plaza de la independencia política de la clase obrera (aplausos).
Les decía compañeros, también, que de este escenario de la plaza defeccionaron la CGT y la CTA, porque actúan como prolongaciones del gobierno. En la reciente disputa entre el gobierno y la patronal agraria, sus dirigentes, la burocracia sindical, han optado por uno u otro bando capitalista, pero se olvidaron del millón de obreros rurales que están en negro y que son la masa social más importante que hay en el campo argentino. Se olvidaron de ellos: esta es la plaza que lucha por la unidad de los trabajadores de la ciudad y el campo, por un salario igual a la canasta familiar para unos y otros.
En esta plaza se plantea la unidad con esos campesinos expulsados de Santiago del Estero, de esos campesinos expulsados de Chaco, del norte cordobés, de Formosa, de tantas provincias que ni la ven ni la sienten cuando se habla de un punto más o un punto menos de retenciones, que no la ven ni la sienten cuando se habla de retenciones más diferenciales o menos diferenciales. Esta es la plaza de la unidad obrera y campesina de Argentina y de toda América Latina (aplausos).
Ahora mismo estos bandos en disputa pueden llegar a un acuerdo con la liberación de la exportación de carne y de trigo; un acuerdo, tal vez para más adelante, para sortear la inmensa crisis política de este gobierno, una crisis política que llegó para quedarse. Será un compromiso contra el pueblo, con más inflación, con más carestía, con más ajuste fiscal, porque las compensaciones que se arreglen con el "campo" las vamos a pagar los trabajadores con reducciones de los presupuestos de salud y de educación; las van a pagar el desocupado y las reivindicaciones de los barrios. Esta no es la salida que compromete una solución para los trabajadores. No va a salir de la mesa de discusión entre la Sociedad Rural y el gobierno.
Y la burocracia sindical se alineó con uno u otro bando, también en el caso de la CTA, al punto de asomarse al abismo de la ruptura. Porque Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, se alineó a fondo con la Sociedad Rural, y él es un histórico integrante del espacio de la centroizquierda de la CTA; por el otro, los D'Elía, los que vinieron a la plaza como fuerza de choque a defender al gobierno. Desde esta plaza, los docentes combativos, los obreros del neumático, los docentes universitarios abrimos un rumbo independiente en todos los gremios de la CTA, por la nacionalización del comercio exterior, por la nacionalización de los puertos privatizados, por la nacionalización de la propiedad terrateniente. Venimos aquí, a apoyar un programa de salida obrera y socialista de la crisis, y no nos colocamos con uno u otro bando de la clase capitalista.
No nos comemos de ninguna forma, que algunos hicieron su acto en el Congreso o en el Luna Park por alguna divergencia en torno al problema del "campo", cuando acá convocamos una plaza por la agenda de la clase obrera. No vinieron a esta plaza porque quieren plantear un frente de colaboración de clases con las viudas de la centroizquierda y la burocracia sindical. ¡No usen a los chacareros de excusa para romper la unidad obrera y de izquierda en este país! (aplausos).
Quiero decirles que Kirchner está haciendo como los teros: pega el grito en un lado, y pone los huevos en el otro. Dice que va a enfrentar a los que quieren "enfriar" la economía, pero el matrimonio está enfriando la economía a su manera: haciendo caer el salario real. Ha aumentado en un millón y medio la cantidad de pobres en el último año en la República Argentina. Mediante el ajuste fiscal, están haciendo caer el consumo. Ya la mentira del Indec es una anécdota ante la magnitud de las mentiras kirchneristas. Nos quieren hacer creer que la devaluación monetaria es un arma de crecimiento económico. La corrida bancaria de la semana pasada es la consecuencia de la crisis fiscal y de la deuda externa que ellos quieren que la paguemos con salud, con educación y con miseria de todo el pueblo argentino. La inflación detiene el crecimiento económico, están mintiendo con las cifras. Ha caído el consumo de los trabajadores y de las grandes mayorías. Por eso en esta plaza venimos con un programa: que se abran las paritarias, asambleas fabriles, paritarios electos por la base, salario equivalente a la canasta familiar, indexación de acuerdo al costo de vida, 82% móvil para los jubilados. Vamos con este programa, porque este programa nos abre un camino para intervenir en las empresas, para intervenir en los sindicatos, para intervenir en los barrios y abrir un nuevo rumbo para la clase obrera en Argentina.
Compañeros, para terminar, quiero saludar en esta plaza, con todas las organizaciones que me precedieron, a los valientes obreros de Sidor de Venezuela que rompieron la alianza de Chávez con Techint, que obligaron al gobierno de Cristina Kirchner a quedar en evidencia como lobbista de Techint y de los pulpos exportadores.
Quiero saludar a los mineros de Chile, a las veinte mil mujeres que convocadas por la CUT salieron a defender los derechos de la mujer trabajadora en Chile. Quiero saludar a los estudiantes secundarios chilenos reprimidos por los carabineros.
Quiero reinvindicar a los que en Venezuela, en un acto como éste, están planteando un partido independiente y de los trabajadores.
A quienes en estas mismas horas realizan un gran acto de sindicatos combativos independientes del Frente Amplio uruguayo.
A los obreros y campesinos bolivianos enfrentados a la rosca, ante un gobierno impotente. A los explotados de Haití, donde la rebelión contra el hambre enfrenta la represión de las tropas de Tabaré, de Lula, de Bachellet y de Cristina Kirchner.
A la lucha del pueblo colombiano, que está logrando que el gobierno de Uribe sea enjuiciado por sus podridas conexiones con el narcotráfico y los paramilitares.
La independencia política de los explotados es la tarea ante estas tendencias revolucionarias en toda América Latina, en Argentina ante el agotamiento del gobierno Kirchner, contra el terrorismo imperialista de los Bush y los Uribe, desde esta plaza planteamos la unidad mundial de los trabajadores y los Estados Unidos Socialistas de América Latina. Gracias compañeros (aplausos).

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