jueves, 31 de julio de 2008

Cordobazo





Critica Digital 31/07/2008


Batalla de estatales contra policías: Schiaretti y el Gobierno nacional cruzan acusaciones
Violento estallido por el ajuste en Córdoba
La Legislatura votó la ley que recorta jubilaciones y aumenta impuestos. Entre el castigo por la guerra gaucha y el desgobierno local.



Córdoba tuvo ayer su día de furia anunciado. Una batalla campal entre la policía y empleados públicos de veinticuatro gremios copó el centro de la ciudad, y le puso un marco de violencia a la crisis política y financiera que vive la provincia. El disparador fue la discusión de una ley que establece el recorte a las jubilaciones y un nuevo sistema para calcular sueldos, promovida por el gobierno de Juan Schiaretti, y que el oficialismo logró aprobar por 40 votos contra 28. Según los funcionarios cordobeses, es la única manera de reemplazar los fondos que la Nación debe a la provincia y la pone al borde de la cesación de pagos a los jubilados.Según la Casa Rosada, tal deuda no existe y el desmadre de los números es sólo consecuencia de la mala administración que dejó el ex gobernador José Manuel de la Sota.En ese marco de discusión entre las posiciones irreconciliables del gobierno cordobés y del nacional, ayer fue un día de caos, en el que la ira de los manifestantes se instaló en el centro de la ciudad. La telaraña de peatonales que rodean la plaza San Martín, frente a la catedral, fue el escenario de la batalla, y el foco estuvo puesto en las inmediaciones de la Legislatura, que sesionaba con el ruido de fondo de la bombas de estruendo, las balas de goma, las sirenas de las ambulancias y los disparos de mortero de los manifestantes. Para completar el cuadro, un apagón que afectó a unos cuarenta mil cordobeses, el diez por ciento de la ciudad, era atribuido a sabotaje. El corte de energía, entre otras, afectó a la zona de concentración de hospitales, y cuando se produjo había diez chicos conectados a respiradores artificiales.Habían pasado unos minutos desde las diez de la mañana cuando la multitudinaria marcha de estatales, docentes, municipales, trabajadores de Luz y Fuerza y partidos de izquierda trató de avanzar sobre la Legislatura.En torno al edificio, sobre la calle Deán Funes, en pleno casco histórico, mil policías esperaron detrás de las vallas. Eran efectivos de la guardia de Infantería, apoyados por bomberos y grupos antimotines. Para las once, la batalla alcanzaba su apogeo. Había enfrentamientos en la esquina de Colón y General Paz y en las inmediaciones de la Legislatura, sobre Obispo Trejo y 27 de Abril.Algunos manifestantes, los rostros cubiertos por pañuelos, arrojaban piedras y bombas de estruendo contra el vallado, destrozaron paradas de colectivos, cabinas telefónicas y vidrieras de comercios. Los más organizados llevaron cajones con limones para impregnar los pañuelos y neutralizar los efectos de los gases, y utilizaron morteros de lata para tirar tuercas, candados y trozos de caño.La policía respondió con gases y balas de goma, y los bomberos arrojaron agua desde los hidrantes. Cuando los enfrentamientos se fueron trasladando hacia la plaza San Marín comenzó una suerte de guerra de posiciones, donde los bandos disputaron cada metro, y algunos árboles ardieron alcanzados por las bombas molotov. Un auto particular que estaba en las inmediaciones fue volcado por los manifestantes.Para entonces, las peatonales que rodean la zona de la catedral estaban destrozadas y los jefes de seguridad de las columnas apenas podían contener los intentos de saqueo y robo a los negocios donde se habían roto las vidrieras. Los grupos de choque de los manifestantes comenzaron a replegarse poco después de las dos, y lentamente la calma fue volviendo al microcentro.La Legislatura, mientras tanto, había adelantado su sesión y estaba deliberando. En las horas previas al debate, la oficialista Unión por Córdoba no había ahorrado esfuerzos, y había hecho recuperar sus bancas a los ministros de Finanzas, Ángel Elettore, y de Acción Social, Juan Carlos Massei, además de otros funcionarios de menor rango. Como es de rigor, también había rumores de “compra” de votos que no pudieron verificarse.Finalmente, en las últimas horas de la tarde, la ley se aprobó y los manifestantes volvieron a tratar de avanzar sobre el microcentro, que para entonces estaba ocupado por la policía. La primera reacción de los gremios fue llamar a cortes de ruta para el próximo fin de semana, una especie de déjà vu del último conflicto rural.El día de furia que ayer vivió Córdoba fue justamente el último emergente de aquella pelea entre las entidades agrarias y la Casa Rosada. En el origen de la discordia están las posiciones adoptadas por Schiaretti en el reciente conflicto del campo, cuando se alineó con las entidades ruralistas y recibió en su despacho a Alfredo de Angelis, uno de sus íconos.Según la versión del schiarettismo, el gobierno K no perdonó la indisciplina, y el ajuste de cuentas comenzó con desaires, siguió con palabras filosas y acabó con la asfixia económica.La mirada de la Casa Rosada sostiene que la crisis provincial es sólo producto del mal manejo administrativo, y en cuanto a los números, son tajantes: “A Córdoba no se le debe ni un centavo”. Dijo el ministro del Interior Randazzo: “es un problema de ellos. Hubo mala administración”.Schiaretti, quien fuera vicegobernador de De la Sota, está en el cargo desde hace menos de un año, cuando le ganó a Luis Juez por un puñado de votos unas elecciones sospechadas de fraude. Desde entonces no amplió su base política, y las facturas han comenzado a llegar no sólo desde Buenos Aires: en los últimos días, en la ciudad, aparecieron pintadas:“Ahora, la plata pedísela a De Angeli”. “Nos castigan por apoyar al campo”El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti atribuyó la crisis de su provincia “al castigo del Gobierno nacional que no nos envía fondos que debe enviarnos por ley. Si quieren castigarme a mí, que me echen del consejo del partido, pero que no castiguen a toda una provincia sólo porque estuvo del lado del campo”. Pidió también que “se separe una diferencia política de una relación institucional”. Y abogó por una rediscusión del sistema de coparticipación para hacer “un verdadero federalismo”. Estimó que “hace unos dos meses que no tengo contacto con la Presidenta”. En su entorno dejaron trascender –sin pruebas– que gente del conurbano participó infiltrada en la promoción de los incidentes en la calle”.“Hacen lo mismo que Cristina”La primera responsabilidad es local: De la Sota antes y Schiaretti ahora han fundido el sistema previsional –afirmó Luis Juez, opositor a Schiaretti y a los Kirchner–. Durante años les sacaron un siete por ciento a los trabajadores del Estado para formar una caja que compense probables desfases. Pero resulta que ahora que se ha producido el desfasaje, la plata no está, y apelan a recortar jubilaciones y meter más impuestos de un zarpazo. Hacen lo mismo que le reprochaban a Cristina: anunciar la búsqueda de consenso y después intentar sacar una ley de prepo, con legisladores que viven en un termo, porque la Policía rodea tres manzanas de la Legislatura. El gobierno nacional es corresponsable porque avaló el fraude con que le dieron por ganadas las elecciones. Y el actual vicegobernador (por Héctor Campana) es el nexo para los negocios de De Vido y Jaime.Qué se votó La ley aprobada ayer establece un recorte entre el 22 y el 27 por ciento a las jubilaciones superiores a 5 mil pesos, que serán devueltos con un título a cobrar en ocho años, y modifica la fórmula para el cálculo de haberes. Este último punto es el que provocó el mayor rechazo de los gremios estatales. Anoche, después del cuarto intermedio tras la agitada sesión, los legisladores empezaban a debatir el proyecto de ley impositiva anual 2008 y el Código Tributario, que establece la suspensión hasta el 31 de diciembre de 2010 de las exenciones al Impuesto a los Ingresos Brutos para la actividad de la construcción y la industria, y fija la alícuota general en uno por ciento de la facturación bruta para la actividad fabril mientras que la construcción pasará a tributar un 2,5 por ciento. El proyecto también propone que se eleve medio punto porcentual las alícuotas vigentes para el comercio y los servicios.

El tarifazo


La Nación 31 de Julio de 2008
La crisis energética


Buscarán discutir un nuevo aumento de electricidad en febrero próximo
El presidente de Edenor, Alejandro Macfarlane, subrayó que el alza de hasta un 30% fue sólo "reconocer los mayores costos" de las empresas; afirmó que el año que viene intentarán volverse "rentables"
Tras el aumento de hasta un 30% en la electricidad que consumen los hogares dispuesto ayer por el Gobierno, una de las empresas distribuidores de energía más importantes, Edenor, afirmó que buscará una nueva reactualización tarifaria en febrero con el objetivo de "ser rentable".
El presidente de la compañía eléctrica Edenor, Alejandro Macfarlane, dijo hoy, según consignó DyN, que con el aumento de tarifas la compañia podrá afrontar el pago de los aumentos salariales y las necesidades de financiamiento, así como evitar recurrir a subsidios, pero advirtió que en febrero próximo, cuando vuelvan a conversar con el Gobierno, buscarán la forma de que la empresa logre además ser "rentable".
Indicó que el Gobierno, al resolver el incremento, lo que hizo fue "reconocer los mayores costos" que venía sufriendo la empresa desde la devaluación, y de una forma que no afecte a los usuarios de menores recursos, aunque aclaró que los accionistas no recibirán ganancias por este reajuste, porque no alcanza para ello.
Macfarlane, en diálogo con radio América, adelantó: "Cuando nos sentemos en febrero del año que viene a discutir con el Gobierno nacional, tendremos que revisar esto para tener una compañía que además de prestar un buen servicio, sea rentable".
A su criterio, este ajuste diferenciado "era el camino más apropiado para empezar a salir del estancamiento tarifario", y subrayó que "es un modelo de incrementos escalonados donde los que pagarán los primeros incrementos o los más importantes serán los que más posibilidad tienen de hacerlo".
Así consideró que "este es el modelo más claro donde el que consume más tiene mayor capacidad de pago y puede pagar una tarifa un poco mayor" y destacó que este ajuste "evitó que un sector librado de subsidios, entrara en el grupo de sectores subsidiados".
De todos modos, subrayó: "En febrero del año próximo vamos a discutir con el ente regulador (ENRE) la tarifa necesaria que tiene que tener una compañía como la nuestra para que sea rentable y ganemos dinero".
Aumentos oficiales. Ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció un alza de entre un 10 y un 30% para los usuarios de mayores consumos de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, que impacta sobre más de un millón de clientes/hogares o, lo que es lo mismo, a más de cuatro millones de personas.
Se aplicará desde el 1° de este mes para los domicilios con demanda superior a los 650 kW/h por bimestre, un 24% de los consumidores del área metropolitana. A partir de ese segmento, las tarifas subirán gradualmente hasta un 30%. También los comercios y la industria están involucrados: sus facturas mostrarán un 10% de aumento.
Edenor, Edesur y Edelap, las distribuidoras del área, soportaban desde hacía seis meses problemas para pagar sueldos y, más aún, el alza salarial del 20% negociada con el sindicato de Luz y Fuerza, que rige desde hoy. De los $ 300 millones adicionales por año que supone la medida para las tres distribuidoras, más de la mitad irá a pagar ese 20% de suba salarial.

viernes, 25 de julio de 2008

¿Recuperar credibilidad del INDEC?


La siguiente nota ha sido publicada en la pagina de La Nacion el 25/07/08. Leala y por favor dejenos su opinion.


Definiciones en su primer día como jefe de Gabinete
Afirmó Massa que es necesario "recuperar la credibilidad" del Indec
El flamante funcionario admitió que hay que "trabajar muy fuerte" para reconstruir "la confianza del ciudadano" en el organismo; además dijo que el Congreso fijará la suma que se pagará por Aerolíneas Argentinas

Las primeras declaraciones del flamante jefe de Gabinete, Sergio Massa, apuntaron a las áreas más polémicas del actual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Massa afirmó esta mañana que es necesario "trabajar muy fuerte" para recuperar la credibilidad del Indec, intervenido desde febrero del año pasado y argumentó que el precio que pagará el Gobierno por la reestatización de Aerolíneas Argentinas será el que disponga el Congreso.
El jefe de Gabinete reconoció que "hay que trabajar muy fuerte" para recuperar "la confianza del ciudadano" en el Indec. "Me preocupa que no tengamos la capacidad de transmitir confiabilidad a la sociedad sobre cómo está funcionando cada una de las instituciones", afirmó Massa a radio América.
En consecuencia, consideró que es preciso "construir una muy fuerte confianza del ciudadano en todas las instituciones del Estado y eso obviamente incluye al Indec".
"En todos los estamentos y ámbitos del Estado hay que trabajar muy fuerte para que en aquellos organismos en que la gente confía aumente la confianza, y en aquellos en que la gente desconfía aumente aun más la confianza", remarcó Massa.
Desde la intervención de Moreno, el Indec ingresó en un prolongado conflicto que generó un sinnúmero de marchas, protestas, escraches y hasta episodios violentos, como el ocurrido el último lunes cuando el local de los trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) fue violentado por un grupo de personas identificados por los agredidos como "la patota" del secretario de Comercio.
En el Congreso. Por otro lado, Massa afirmó hoy que "si el Estado debe hacer una erogación por Aerolíneas Argentinas, será el Parlamento el que fijará ese valor y no un funcionario".
Asimismo, subrayó que la reestatización de Aerolíneas "no es un proceso que al Gobierno le agrade ni mucho menos", sino que precisó que "tiene que ver con garantizar el funcionamiento de la línea aérea de bandera".
"Frente a la necesidad del rescate de Aerolíneas Argentinas, por las dificultades graves, económicas, financieras y operativas, se lleva adelante este proceso", señaló el funcionario a radio América.
Remarcó, en ese sentido, que "para que el proceso tenga la más absoluta transparencia, los ciudadanos tengan el mayor nivel de información posible y el Congreso tenga el máximo nivel de intervención, la Presidenta decidió enviar al Parlamento el acta firmada para su ratificación o no, que ponga en marcha este nuevo proceso".
"Si el Estado Nacional tiene que hacer una erogación por Aerolíneas Argentinas, que sea el Parlamento el que determine el valor, y no un funcionario arbitrario en función de la visión", afirmó el jefe de ministros.
Puso de relieve que el Gobierno propuso "que haya intervención del Tribunal de Tasaciones de la Nación, que es el órgano que la Constitución y las leyes prevén para fijar el precio de los bienes en los que el Estado tiene que hacer una asignación patrimonial".
En consecuencia, aseguró que en la reestatización de Aerolíneas habrá "el máximo de los controles al participar el Parlamento", y subrayó que los ciudadanos pueden tener toda la "tranquilidad de un marco de absoluta legalidad y normalidad" en la transferencia de la compañía al Estado.
"En algún momento, cuando el Estado tuvo que tomar una decisión sobre Aerolíneas, recurrió a la Corte Suprema de Justicia, a través del per saltum, para forzar una situación vinculada al camino patrimonial que iba a seguir Aerolíneas Argentinas", destacó Massa para remarcar la legalidad del proceso.

sábado, 12 de julio de 2008

Fiel a su historia, la izquierda tampoco se pone de acuerdo sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo

La nota publicada debajo ha sido escrita en Diario Perfil el dia de la fecha. Como bien lo dice la nota el Partido Obrero no apoya ni a la patronal agraria como al gobierno nacional. Por otro lado aclaramos que la unidad de la izquierda se da en las calle, en la lucha. Su demostración mas clara ha sido el día martes 8 de julio, donde toda la izquierda, junto a comisiones de delegados y centros de estudiantes nos movilizamos de Congreso a Plaza de Mayo contra la represión y persecusion sufrida el día anterior.
Por favor, dejenos su opinión al respecto.

Fiel a su historia, la izquierda tampoco se pone de acuerdo sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo
Los partidos no lograron una postura común. Con el campo, con el Gobierno y neutrales: un mapa plagado de división política.

El conflicto entre el Gobierno y el campo, además de generar una profunda polarización en la población, provocó discrepancias dentro de la izquierda argentina, que estuvo lejos de unificar una postura común.
La izquierda suele caracterizarse por ramificarse en diferentes partidos que aunque tengan una base teórica común difieren sobre cuestiones de coyuntura. Esa división volvió a quedar evidenciada de manera muy fuerte tras la intención del Gobierno de implementar retenciones móviles a la soja y la posterior resistencia del campo. Un sector de la izquierda se ubica cerca del Gobierno y apoya las retenciones móviles como una herramienta para distribuir la riqueza, otro sector respalda el pedido de los productores rurales y no cree que el Poder Ejecutivo quiera dividir la ganancia, y otros partidos de izquierda aseguran no estar "ni con el Gobierno ni con el campo". Cerca del campo Esta postura de la izquierda es la más cuestionada e incomprendida, porque desde adentro del propio partido se la acusa de defender lo que siempre combatió: un Estado que no interviene en la economía de mercado y que defiende los intereses de un pequeño sector en desmedro de la población con menores recursos. Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores MST- Nueva Izquierda, apoyó desde el comienzo del conflicto al sector rural, pero en diálogo con Perfil.com aclaró que su lucha es al lado de los pequeños productores y no de la Sociedad Rural. " Apoyamos a los pequeños productores, que son quienes el Gobierno tiene que defender, porque si no se quiebran los pueblos del interior y el país entero. Las retenciones tienen que ser diferenciales, progresivas para que paguen menos los que menos tienen", sostuvo. Ripoll además pidió que se implemente "impuesto a las ganancias progresivas, reducción del IVA y terminar con los privilegios de las empresas exportadoras". También subrayó que "el Gobierno no distribuye nada la riqueza” y que “eso es una mentira". Desde la izquierda, además apoyan al sector rural el Partido Comunista Revolucionario, que consideró que las retenciones son "medidas confiscatorias" y el mediático Raul Castells, dirigente del MIJD, también se ubicó cerca del campo y hasta instaló una carpa frente al Congreso a favor de los ruralistas. Cerca del Gobierno Algunas agrupaciones de izquierda se mostraron a favor de las retenciones móviles, porque entienden que traerá mayor equidad y beneficiará a los sectores con menores recursos. El dirigente de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, formaba parte de la izquierda, pero desde que el kirchnerismo asumió el poder se volvió oficialista, y no dejó de apoyar todas las medidas oficiales, incluidas las retenciones móviles.
El Partido Humanista había levantado una carpa frente al Congreso para manifestarse a favor del Gobierno. Lía Méndez, dirigente del PH, aseguró a Perfil.com que "las ganancias ilimitadas no son posibles, por eso apoyamos la redistribución de la riqueza". " Rechazamos el modo extorsivo del campo y el perjuicio que generó a la población con sus medidas. Nosotros impulsamos un modo no violento, y el campo fue desestabilizador al provocar el caos social", dijo Méndez. El Partido Comunista aclara que tiene diferencias con el Gobierno, pero apoya las retenciones móviles. Patricio Echegaray, dirigente del PC, sostuvo en comunicación con Perfil.com: "Estamos contra la derecha y la forma brutal en que se montó en el conflicto y por la distribución de la riqueza.. Las retenciones son una política correcta, porque lo que se defiende es el derecho del Estado a intervenir en la economía" y asegura que es necesario diferenciar entre los pequeños y los grandes productores. Al lado del oficialismo, también se mostraron las agrupaciones Frente Barrial 19 de Diciembre, el Movimiento de Unidad Popular, Libres del Sur, Barrios de Pie y el Movimiento Evita de Emilio Pérsico. Ni con el Gobierno ni con el campo Esta postura tal vez sea la que más adherentes tiene dentro de la izquierda. Aunque los que apoyan al Gobierno, la acusan de "hacerle el juego a la derecha". Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero, aseguró en declaraciones a Perfil.com: "Denunciamos al campo y al Gobierno y planteamos una alternativa de los trabajadores. Este es un conflicto entre capitalistas que pelean por la captura del beneficio. El Gobierno no aplica las retenciones para distribuir ingresos, si no para subsidiar a los grandes grupos". Altamira dice que las retenciones sólo sirven para "expulsar al pueblo" y agrega: "Los pequeños productores reclaman lo mismo que los grandes. Las retenciones son aplicadas por un sistema capitalista para beneficiar a otros capitalistas, es funcional". Para el campo, Altamira también tiene críticas: “Son dos mil grupos que producen el 80% de la soja, mientras tanto explotan a los trabajadores en negro”. Está posición, que no se ubica ni cerca del Gobierno ni del campo, es compartida por el Partido del los Trabajadores Socialistas, que en un comunicado expresó: “Los millones de dólares que recaudó el Estado nacional desde que asumieron los Kirchner no fueron para darles leche y alimento a los millones de pibes que están bajo el nivel de pobreza”.
Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, había afirmado en una entrevista con Perfil.com que "el Gobierno miente con las retenciones, pero la Sociedad Rural es una profunda enemiga de los intereses del pueblo".
También se suman a esta posición el Movimiento al Socialismo (MAS), el Frente Darío Santillán y el Bloque Piquetero Nacional.

A la patronal agraria y K el permiso, a los trabajadores la represion

El siguiente articulo fue publicado en Noticias Urbanas en el día de la fecha.
Lealo y por favor dejenos su opinión al respecto.
Larreta: "Hay que pedir permiso si van a ocupar el espacio público"

Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la instalación de las carpas en el Congreso y su requerido permiso al Gobierno. Ahora, como si fuera poco, se le suman los permisos para utilizar el Espacio Público para realizar actos, tanto por parte del Campo como por el PJ. En este sentido, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta afirmó que "si no piden permiso avisamos a los fiscales" y no descartó el uso de la fuerza policial.Por Marcelo Maccio Villegas Al margen del conflicto entre el campo y el gobierno K, las autoridades porteñas están abocadas a la, según aseguran, defensa del Espacio Público. Primero fue en la plaza de los Dos Congresos y, ahora, en contra de las multitudinarias movilizaciones previstas por los ruralistas (en el Monumento a los Españoles –en Libertador y Sarmiento) y la otra por el del PJ, en la Plaza frente al Congreso Nacional.En este contexto, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, informó que "todos los que hagan marcha tienen que pedir permiso por el uso del Espacio Público" y agregó que "ayer el sector del campo pidió permiso. Se juntan hoy con el ministro de Seguridad para ultimar detalles".Sobre la utilización que hará el PJ del Espacio Público de la Plaza del Congreso, Larreta sostuvo "que yo sepa no tenemos un pedido del PJ, hay que pedir permiso si van a ocupar el espacio público, si no piden permiso avisamos a los fiscales, siempre hacemos lo mismo".En cuanto a la instalación de las carpas, el ministro aseguró que "las carpas del Congreso no tienen permiso, el juez presentó un amparo, nosotros apelamos y estamos esperando que se resuelva". "Si se pronuncia la cámara vamos a ir con eso a la policía, no creo que esta vez no puedan oponerse", agregó finalmente en declaraciones a Radio 10.

jueves, 10 de julio de 2008

LA MARCHA DE LA FEDERAL




La patronal sojera acapara desde hace varios meses unas 30 millones de toneladas en una prueba de fuerza para obtener mejores precios (menores retenciones).
También tiene en negro, junto al resto de la patronal agraria, a un millón del millón y medio de obreros rurales permanentes -la mayor fuerza social del campo argentino.
Evade, asimismo, miles de millones de pesos en impuestos, puesto que paga solamente el 1,2 por ciento del impuesto inmobiliario rural debido a que la valuación fiscal de la tierra es una ochentava parte de su precio de mercado.
Pero el bloque de la derecha tradicional y de la izquierda campestre, que se desgarra las vestiduras para que los impuestos solamente los pueda votar el Congreso, no se incomoda en denunciar esta evasión fiscal de los sojeros ni el delito del acaparamiento de mercadería, mucho menos la superexplotación rural.
De Angeli ha dicho que el negreo es un ‘servicio' que los chacareros les hacen a los obreros al darles trabajo.
El que carga, sin embargo, con la mayor responsabilidad es el matrimonio nacional y popular, que durante tres meses no ha tomado ni una sola medida contra estos atropellos a la economía del país y de los trabajadores.
En lo que sí se mostró ‘firme' fue en la represión brutal contra la movilización piquetera que llegó a Plaza de Mayo con la consigna: No al gobierno de los monopolios y no a los monopolios del campo.
Al gobierno no le inquieta la agitación de la patronal sojera porque con ella pretende llegar a un compromiso, pero no admite una movilización popular, sin burócratas ni patrones, que pueda colarse como fuerza real en la crisis política.
Por eso no vaciló en recrear una represión como la del Puente Pueyrredón en 2002, concebida también ahora por un funcionario de entonces -el hombre para todos los ‘servicios'- el ministro Aníbal Fernández.
Numerosas organizaciones repudiaron el atropello, ¡incluso Marcelo Tinelli y Mirta Legrand! -pero de ningún modo los Binner, Macri, Carrió, o los popes de la CGT, de la CTA y (¡por qué no!) de la Federación Agraria.
Esta es la ‘democracia' que reivindica la tilinguería, tanto del oficialismo como de la oposición.
Es la misma ‘democracia' que también castiga a los chicos del Nacional Buenos Aires que, como otros numerosísimos chicos de este país, tienen que salir a la calle para combatir la destrucción de la educación y de las escuelas por parte de los ‘adultos' que roban el presupuesto público o cobran las cometas de las grandes corporaciones.
Este gobierno nacional y popular ha modificado leyes y postergado reglamentaciones y regulaciones para que los exportadores se sigan embolsando miles de millones de dólares pagando retenciones un cincuenta por ciento inferiores a las que rigen en la actualidad.
Ha armado también una nueva ‘bicicleta financiera' para que productores y exportadores sojeros puedan poner la plata al 20 ó 30% anual en pesos, mientras se aseguran la posibilidad de recomprar más adelante los dólares al mismo precio de 3 pesos que ahora.
Es así como ‘luchan' los ‘nacionales y populares' contra el lock-out de la ‘abundancia' - buscando un compromiso y mediante el reparto del botín.
Por su lado, Buzzi, el de la Federación Agraria, en lugar de condenar este saqueo de los grandes capitalistas y de los exportadores, está reclamando en el Senado que los agentes de retención de las compensaciones que se deben pagar a los chacareros menores sean... los pulpos de la exportación.
No se avergüenza ni un poco de estar pidiendo la creación de una sociedad de evasores.Pero la pelea por el reparto de las ganancias de 30 millones de toneladas de soja que se encuentran sin vender se acentúa cada vez más, y con ella la crisis política.
Se disgrega el pejotismo en el Congreso, apenas dos meses después de su refundación.Al vicepresidente del PJ, Moyano, lo enrejan con una guardia de ‘gordos' en la CGT, mientras Barrionuevo arma una parodia de ruptura con el solo fin de seguir calentando la crisis política.
La desestabilización política es manifiesta, aunque los golpes ya no necesitan ser como los de antes: la conspiración pasa por el PJ, los radicales K, los burócratas sindicales, la derecha agazapada y la que va al descubierto... e incluso un sector de la izquierda en descomposición.
En defensa de los intereses realmente nacionales llamamos a deliberar en los barrios y en los lugares de trabajo para organizarnos y preparar una movilización obrera y popular independiente con estas consignas:
Basta de desgobiernos patronales.
Abajo el golpe y el autogolpe.
Promovamos una deliberación obrera y popular.
Por una alternativa obrera y socialista.

Por 30 millones de toneladas de soja

En un país donde el medio pelo de la gran prensa abusa del adjetivo ‘histórico', el debate sobre las retenciones en el Congreso fue colocado de inmediato en ese rango. Los mismos que una semana después iban a proyectar su odio de clase con toda una batería de desinformación contra la movilización piquetera que fue salvajemente reprimida por las órdenes de uno de los arquitectos de la represión en Puente Pueyrredón en junio de 2002; esos mismos no tuvieron reparo en calificar a la trasnochada de los diputados del pasado fin de semana como "una gran jornada de la democracia". Para variar, por una vez tuvieron razón, porque desde hace doscientos años lo único que atrae el interés parlamentario en el Río de la Plata es la pelea de intereses que tiene por eje la explotación y el comercio agropecuarios. Los derechos de exportación motivaron incluso una convocatoria constituyente, en 1867, que fue frustrada por la guerra con Paraguay. De cualquier manera, para retomar un tema de moda, entre los reclamos de la Comisión de Enlace y la izquierda sojera, de un lado, y la Representación de los Hacendados de Mariano Moreno, del otro, media una distancia igual a la que separa a la tragedia de la farsa. Lo mismo se puede decir de las carpas de De Angeli y de los piquetruchos K, por un lado, y la Jabonería de Vieytes, por el otro.
Pulseada por un botín
Cuando se pasa en limpio la discusión en el Congreso se percibe, sin embargo, que todo giró en torno a un tema excluyente: las 30 millones de toneladas que la patronal sojera tiene retenidas en sus silos-bolsa para forzar al gobierno a redituar por ellas un mejor precio (bajar las retenciones). Para quebrar este acaparamiento, que provocó desabastecimiento y perjuicios comerciales de todo tipo, el gobierno no recurrió a la Justicia ni a ningún otro medio coercitivo del Estado: prefirió el más modesto de proponer que la Resolución 125 se convierta en ley, aunque el procedimiento implicara otro mes de dilaciones. El proyecto busca ‘seducir' a los chacareros que explotan menos de 300 hectáreas con compensaciones equivalentes a retenciones iguales o inferiores a las que regían el 11 de marzo pasado, pero amenazándolos al mismo tiempo con un plazo de vencimiento, hasta el 31 de octubre próximo.
Por último, aunque no menos importante, el gobierno comenzó a operar para bajar la cotización del dólar con el propósito de perjudicar, por una parte, a quienes no envíen el grano para exportación, ya que recibirían menos pesos por dólar por la demora; y, por el otro, ofrecer a los que exporten la oportunidad de una ‘bicicleta financiera' que consiste en invertir ese dinero a elevadas tasas de interés en el mercado interno mientras aseguran un dólar para más adelante al mismo precio que el actual. Al lado de la crisis con el agro se ha construido al mismo tiempo una crisis financiera, pues ha obligado al Banco Central a endeudarse con el exterior.
Los restos destrozados de la bancada oficialista festejaron su victoria por un voto en el Congreso como lo hace la hinchada de un equipo que se salva del descenso. La diferencia por un pelo en Diputados se consiguió ‘adornando' a dos representantes de las patronales rionegrinas y persuadiendo a dos pequeño burgueses de Tierra del Fuego. Pero la ‘apretada' parlamentaria no parece dar resultados tangibles: el acaparamiento sigue. Los capitalistas chicos probablemente ya han vendido sus cosechas apremiados por necesidades financieras, aunque de todos modos no producen un volumen capaz de torcer el balance exportador. El chacarero Buzzi pidió extender las compensaciones para producciones de hasta 3.000 toneladas (entre 1.000 y 1.500 hectáreas), lo cual representa cerca de un 30 por ciento del producto sojero, la ‘clase media' capitalista del campo. En definitiva, lo único que está en discusión es el precio al cual podría desbloquearse o romperse el acaparamiento, y de ningún modo quién fija los impuestos (si el Ejecutivo o el Congreso), ni menos el federalismo. El chacarero de los Buzzi y los De Angeli explota, en forma directa o por alquiler, extensiones de un valor inmobiliario de 10-15 millones de dólares, hasta 50 millones; no es para nada un campesino pobre o familiar. Tampoco parece que los fondos financieros agrícolas se estén desprendiendo del grano (por eso sube el precio internacional), ni tampoco lo harían hasta que termine el trámite en el Senado. Nadie se va apresurar a vender la cosecha, porque podría provocar un derrumbe de los precios. Si ése llegara a ser el caso, Argentina volvería a su historial de detonadora de crisis internacionales: los especuladores están apostando todavía a la suba de los precios, no a la baja.
Crece la crisis política
Una diferencia de 70 dólares por tonelada (esta es la distancia entre el 35% de retenciones que quiere el agro y el 47% del gobierno) para 30 millones de toneladas (2100 millones de dólares) alcanza y sobra para romper las tripas del Congreso más pintado. Por eso, la pelea en el Senado se puso tensa a pesar de la holgada mayoría con que debería contar el oficialismo. Si la hacienda de la Colonia pudo justificar un movimiento de independencia de España, la ‘chacra' del capital financiero bien puede buscar un cataclismo gubernamental. Es que progresivamente se han sumado al ‘campo' los monopolios petroleros y los de la electricidad, que reclaman descongelar tarifas y reducir retenciones a la exportación. El chubutense Das Neves se ha convertido en el mascarón de proa de las petroleras. Se acaba, de esta manera, el verso de la izquierda campestre que ponía en campos diferentes y hasta enfrentados a los intereses sojeros y petroleros. La noticia de una intervención estatal en Aerolíneas, que prácticamente está operando sin capital, pondría fin al crítico idilio del gobierno con el capital financiero español.
El acaparamiento no se manifiesta solamente en los silos-bolsas: los especialistas señalan una liquidación de divisas menor de la que correspondería por 6.000 millones de dólares. Entre esto y la compra interna, la fuga de capitales ya estaría llegando a los 10.000 millones de dólares.
El matrimonio presidencial se comportó como un régimen parlamentario cuando mandó la resolución de las retenciones al Congreso, de modo que un voto desfavorable lo habría privado del mandato político y obligado a renunciar o a llamar a un plebiscito. La votación estrecha en Diputados no ha dejado ningún margen para nuevos compromisos en el Senado. Pero aun si pasa la prueba del Senado, el gobierno tampoco las tendría todas con él porque aún le quedaría como tarea normalizar la situación económica. Una de dos: o rompe con el acaparamiento del grano, incrementa las exportaciones y ‘tranquiliza' el mercado de cambios; o el acaparamiento sigue y la batalla se va a dar en el terreno preferido para voltear gobiernos: la compra y venta de dólares. La crisis política no se ha atenuado luego del voto ‘histórico' en Diputados, todo lo contrario.
Las entidades patronales del campo han llamado a una marcha para el martes que viene y a un acampe hasta que se vote en el Senado, pero no está claro si lo hacen para acatar lo que se vote o para seguir a como sea. En cualquier caso se trata de una acción golpista a la cual se presta el propio gobierno, pues una derrota parlamentaria del gobierno, repetimos, plantearía su renuncia o un plebiscito. Pero mientras el capital sojero sigue en erupción, el gobierno, por su lado, demora el anuncio de las medidas que le atribuye la prensa para remontar la cuesta de la impopularidad: subir el mínimo no imponible al salario, aumentar el salario mínimo y establecer la movilidad de las jubilaciones. El kirchnerismo parece que estuviera actuando y al ex presidente se lo describe como un hiper-activo, pero en realidad lo domina el inmovilismo. Barrionuevo no se fue de la CGT para montar una central paralela, no le da para tanto: es una apuesta al golpe agrario y a ganar a la mayor parte de los ‘gordos' que han preferido, llegado el momento, dar el golpe desde adentro.
Ruralistas sí; obreros y piqueteros no
La crisis política se encuentra en pleno desarrollo. Cuando el lunes pasado un conjunto de organizaciones piqueteras se movilizaron con un planteo independiente de los bandos capitalistas en pugna, el Ministerio de Seguridad de la señora Kirchner lo hizo reprimir sin miramientos. Fue lo más importante de la semana, porque mostró que el ‘matrimonio' mantiene expectativas de compromiso con los sojeros, pero no quiere ninguno con los trabajadores que le cuestionan a sus burócratas en el movimiento obrero. Algún mequetrefe del oficialismo dijo que la movilización del lunes había sido ‘funcional' a la oposición agraria, sin darse cuenta que hace tres meses que esa patronal acapara mercadería con la complicidad criminal del gobierno, o que el gobierno está premiando con tasas usurarias y un dólar futuro bajo una colosal especulación financiera en beneficio de los exportadores que necesitan liquidar sus dólares en el mercado interno.
Llamamos a los trabajadores a reunirse en sus lugares de trabajo y en sus barrios para fijar una posición sobre la crisis que les permita movilizarse con objetivos propios. Todas las clases sociales están condicionadas por esta crisis, también la clase obrera; la necesidad de nuevas luchas se encuentra bloqueada por la confusión que reina en las filas de los trabajadores. Es necesaria una resuelta oposición a la movilización sojera, porque es una movilización patronal, una movilización de explotadores, una movilización que defiende una estructura social agraria de superexplotación del obrero rural y al servicio del capital financiero internacional; ningún campesino familiar puede verse reflejado en estos intereses y, efectivamente, ninguno de ellos lo hace. Es necesaria, asimismo, una resuelta oposición al gobierno, que también representa los intereses del capital financiero-minero-industrial nacional e internacional; ningún sector nacional puede coincidir con un régimen que gobierna para Techint, el Banco Macro, Aluar o hasta la Aceitera General Deheza, Bunge y Born o Dreyfuss. El choque actual se desarrolla al interior de esta estructura social capitalista como consecuencia de una crisis de conjunto del capital internacional, que se manifiesta en quiebras bancarias e industriales, desalojos y despidos masivos, inflación creciente, carestía alimentaria y crisis en las finanzas públicas. No es una consecuencia de que no saben qué hacer con "la abundancia" o porque sean incapaces de ver "las nuevas oportunidades": el conjunto del mundo capitalista se mueve en la dirección de la recesión y del colapso económico. En oposición a esta crisis capitalista planteamos la nacionalización de la banca, del comercio exterior y de los grandes capitales agrarios y terratenientes, y el no pago de la deuda externa para reorganizar al país y al campo sobre nuevas bases sociales.
Un método
No es posible y, peor, es muy negativo escamotear una posición frente a la crisis política con planteos reivindicativos aunque sean justos, por la simple razón de que no hay espacio para luchar por estos planteos sin una posición determinada frente a la crisis política: contra la patronal ruralista y el gobierno capitalista. Frente a la disgregación de la clase capitalista; frente a la tendencia de esta clase a reagrupar fuerzas con el bloque patronal rural debido a los fracasos y al inmovilismo del gobierno, frente a la tendencia marcada a la desestabilización política y a la conspiración, planteamos una movilización independiente de los bandos patronales:Basta de desgobiernos patronales; abajo los golpes y autogolpes de Estado; promovamos la deliberación obrera y popular; por una alternativa obrera y socialista.

Las jornadas del 7 y 8 de julio o cuando los piqueteros no van en las 4x4

La movilización unitaria, que fue reprimida con ferocidad en Plaza de Mayo hasta más allá de la 9 de Julio, había comenzado temprano con la lectura frente al Congreso de un documento político firmado por más de 20 organizaciones, cuyo eje era la delimitación política de ambos bandos: el de la ‘patria sojera'-el ‘campo' y el del gobierno. Dice, en uno de sus párrafos principales, que "El ‘triunfo' de cualquiera de los bandos, al igual que un arreglo intermedio, entrañará más inflación, menos presupuesto para salud y educación, para viviendas populares, para todos los derechos universales del pueblo. Las ‘compensaciones' al capital las pagamos con privaciones. La inflación es anterior a este conflicto que la agravó, ahora, los monopolios petroleros y de todo orden ejercen la liberación de precios y tarifas con el amparo del gobierno, incluidos los transportes que día a día aumentan en distintos lugares del país. En la Argentina de hoy de lo que se trata es de una salida al pueblo trabajador, no de la tasa de retenciones a un sector." Sobre esta base política planteaba una nueva lucha por puestos de trabajo, un seguro al desocupado de 650 pesos, pase a planta permanente de los Jefas y Jefes, aumento salarial y un 82% móvil. Defiende a los comedores escolares y plantea el acceso a los servicios básicos y a las garrafas para los desocupados.
El documento fue la conclusión de muchas horas de debate. La izquierda "chacarera" pretendió canalizar los reclamos contra el hambre atrás del movimiento de la patronal sojera, con la absurda pretensión de que el incremento de las ganancias del capital agrario mejoraría la alimentación de los sectores populares. Esta izquierda patronal se plantó en una ‘posición de principios': el rechazo a cualquier pronunciamiento que reivindicara la independencia de clase frente a los explotadores de amos bandos. La mayoría del movimiento piquetero, incluso con matices de diferenciación, se manifestó en oposición a ambos polos capitalistas como condición para luchar contra el hambre.
Más allá de las organizaciones de desocupados y de los barrios, habían comprometido su presencia en la Plaza, para participar en el conjunto de las actividades previstas, los obreros del Subte y Ecotrans, los Suteba combativos, los compañeros de Inta Castelar, los estudiantes que ocupan el Nacional Buenos Aires, la Fuba. Después de manifestarnos frente al Congreso marchamos hacia la Plaza de Mayo. En el camino fuimos detenidos durante varias horas.
Al llegar a la Plaza, una delegación se acercó a la Casa Rosada a pedir una reunión, la cual nos fue denegada por medio de una copia entregada a través de la valla, como para demostrar que el respeto que la familia gobernante y sus mayordomos tienen por la ‘abundancia' no abunda a la hora de tratar a los que pelean contra las carencias. La respuesta de una asamblea general de los compañeros de todos los movimientos ante semejante muestra de generosidad fue votar, a mano alzada, instalar un acampe de 24 horas para hacer escuchar nuestra voz en todo el país.
Menos de una hora después, empezaba la feroz represión y la cacería de la Guardia de Infantería de la Policía Federal para evitar que entrara a terciar un reclamo obrero en el panorama político nacional.
Una respuesta firme
Mientras todavía estábamos reagrupándonos luego de la represión y persecución, el conjunto de las organizaciones convocantes hicimos una conferencia de prensa en el Hotel Bauen, cubierta por todos los medios de comunicación, en la cual convocamos para el martes 8 a una nueva movilización a Plaza de Mayo en respuesta a la represión y por el desprocesamiento de todos los compañeros.
Desde el aguante para que salgan los compañeros en la Comisaría 2ª, se fueron sumando más corrientes políticas al repudio.
En la movilización del 8 se agruparon más de 50 organizaciones políticas y reivindicativas, destacándose, aparte de los que ya estaban comprometidas para el acampe, la Junta Interna de ATE del Indec, ATE Sur, Sindicato Ceramista de Neuquén, el Espacio de Memoria Verdad y Justicia representado por Adriana Calvo, de la Asociación de Ex Detenidos y Desaparecidos, el Hospital Francés y el Cicop-González Catán. En una Plaza de Mayo con casi 10 mil compañeros se volvió a leer el documento de convocatoria independiente, ahora con los ojos de todo el país sobre nosotros. Los arrebatos de la camarilla podrida del kirchnerismo le han dado un nuevo marco al impulso de una iniciativa de lucha independiente de la clase obrera.
La crisis de un régimen
La represión puso en evidencia que la Policía y Aníbal Fernández tienen más autoridad que la Presidenta de la Nación, quien el 16 de junio pasado, en un acto de su partido en el mismo lugar, había dicho que "la Plaza era de todos". El ex ministro del Interior y ahora de Seguridad, pero siempre en su calidad de jefe de los espías y alcahuete político, volvió a encabezar una provocación (como las de 2005, cuando había decretado que más allá de la 9 de Julio era tierra vedada para los luchadores) que puso al gobierno bajo la peor luz posible: complaciente con los piquetes de las 4x4, criminal con los de las camisas rotas. Hace un mes, Fouché-Fernández (por aquel ministro de la represión en Francia que sirvió a republicanos y a monárquicos como ahora Aníbal a Duhalde y a los Kirchner, siempre que hubiera una represión o alcahuetería a ejecutar) se había esmerado en resaltar que la única violencia que había ejercido la Gendarmería, cuando detuvo a De Angeli en Gualeguaychú fue haber dejado al descubierto una panza impresentable; pero ahora no reparó en ordenar el castigo violento, en especial contra las mujeres, y un despliegue policial en formación de guerra. En el prontuario del ministro de Seguridad figuran varias negativas a investigar los atentados que sufriera el local central del Partido Obrero. A este individuo ni le importa que pueda ser sospechado de cómplice.
¿Qué ha pretendido el gobierno con la represión de este ex puntero quilmeño? Sencillamente, evitar que los sectores explotados se cuelen por las brechas del conflicto inter-patronal y tomen nuevas fuerzas, en especial cuando las mediocridades oficiales suponen que luego de la votación en Diputados, el conflicto por las retenciones está resuelto. No quieren que el clasismo levante fuerzas, como lo prueban las provocaciones contra el Subte y Ecotrans, y la represión sistemática y brutal contra los trabajadores del Casino y de Mafissa. Es claro que la imbecilidad de este gobierno no tiene límites, y nunca hay una represión más encarnizada que aquélla que dirigen los imbéciles.

Numerosas organizaciones populares se pronuncian contra la represión

La salvaje represión del gobierno contra la movilización piquetera en la Plaza de Mayo despertó una extendida ola de repudio entre las organizaciones obreras y populares.Entre los numerosos pronunciamientos llegados a Prensa Obrera, señalamos el firmado por el Cuerpo de Delegados de Subterráneos, que denuncia también "la detención de nuestro compañero y delegado del Subterráneo Matías Cisneros". Escrito inmediatamente después de la represión, informa que representantes del Cuerpo de Delegados se encontraban en la puerta de la Comisaría 2ª para reclamar la inmediata liberación de todos los detenidos.El Suteba de General Sarmiento destaca que "el gobierno que viene ocupando la Plaza de los Dos Congresos con siete carpas por quince días, desató una brutal represión contra los manifestantes que estaban instalando una carpa por 24 horas" e invita a participar a los docentes en la movilización convocada en repudio a esa represión.La AGD-UBA, el sindicato de los docentes universitarios de la Universidad de Buenos Aires, "se pronuncia contra todo accionar represivo contra toda manifestación popular y adhiere a las manifestaciones en su repudio". El comunicado de la Gremial de la AGD de Filo destaca "el accionar de grupos de policías de civil infiltrados".Desde Neuquén, el sindicato ceramista subraya que "el gobierno de los Kirchner vuelve a reprimir a los compañeros que se manifiestan en forma independiente de las peleas patronales y en defensa de sus derechos (...) como antes lo hizo en La Quiaca o con los jóvenes del Casino y los obreros de Mafissa".Desde La Plata, un conjunto de organizaciones denuncia que la represión de Plaza de Mayo "vuelve a dejar al desnudo el carácter patronal de este gobierno, que permitió más de 100 días de lock-out agrario y cortes de rutas que provocaron el desabastecimiento de los sectores populares, pero que no duda en reprimir, procesar y detener a los sectores que salimos a luchar como los trabajadores de Mafissa o los compañeros desocupados". Firman Suteba La Plata, los centros de estudiantes de Bellas Artes, Agronomía, Veterinaria y Periodismo, Trabajadores de Mafissa en lucha, Colectivo de Trabajadores de la Educación y organizaciones políticas y estudiantiles.

NO A LA REPRESIÓN

Repudiamos el ataque represivo y persecutorio provocado por el gobierno nacional el día 7 de julio en contra de los trabajadores ocupados y desocupados entre los cuales nos encontrábamos los feriantes en lucha del Parque Centenario, que marchamos pidiendo por nuestras reivindicaciones, mientras en la plaza de los congresos tanto el gobierno nacional como la patronal agraria llevan semanas acampando libremente por sus derechos que no incluyen a la clase obrera.Por esto somos reprimidos, por pelear por nuestros derechos, sin importarle al gobierno quienes son los que luchan, madres, hijos, nietos, jóvenes y ansíanos.Pedimos por salud, trabajo, vivienda y educación.

Asamblea de Feriantes del Parque Centenario en Lucha
miércoles 9 de julio de 2008

Nuestro balance de la toma del Buenos Aires


La toma del Nacional Buenos Aires fue una manifestación masiva de lucha por la democratización de los preuniversitarios. El rectorado de la UBA, luego de impulsar la judicialización de la toma, tuvo que aceptar, el lunes pasado, la presencia de los estudiantes del Nacional en la reunión de la mesa negociadora donde se recomenzó a discutir la implementación de Consejos Directivos en los colegios. Se han visto obligados a avanzar en un debate nada agradable para ellos: cómo instaurar los órganos colegiados que se habían comprometido a poner en pie el año pasado. El movimiento estudiantil preuniversitario ha vuelto a marcar la agenda del debate.
Habiendo nacido como una movilización contra la política del Consejo Superior, la toma terminó enfrentándose objetivamente con la rectora del colegio, González Gass, que se colocó desde un primer momento en contra de la medida. Recurrió a todos los procedimientos a su alcance para quebrarla: desde amenazas de sanciones e incluso expulsiones, pasando por las provocaciones de grupos de padres y docentes que se acercaban a la puerta del colegio para agitar contra la toma, hasta el pedido de la intervención judicial por "usurpación". Ha demostrado ser, una vez más, la procónsul del Consejo Superior dentro del colegio; la garante del orden contra un movimiento estudiantil que plantea la reorganización democrática del Nacional. A su servicio se han colocado la burocracia de Ctera y los sectores más reaccionarios de los padres.
Sin embargo, la medida (chocó con el ataque abierto de los medios de comunicación), logró abrir un camino no solamente para el Centro de Estudiantes sino también para un grupo de docentes que comienza a diferenciarse de la burocracia sindical e incluso también para un importante sector de los padres que durante la toma se reunió para apoyar los reclamos de los estudiantes. La propia González Gass ha retrocedido: manifestó que por el momento no hay ninguna sanción a los estudiantes en lucha y que "eso todavía hay que resolverlo". Los estudiantes han votado movilizarse a la reunión de los Consejos de Convivencia y Asesores para garantizar que no haya ninguna sanción.
La lucha del Nacional se ha convertido, a su vez, en un epicentro y un impulso de la lucha secundaria. Dicho impulso se manifestará en el acto de los secundarios en la puerta del Nacional del viernes que viene.
El triunfo más importante de esta gran lucha ha sido, por sobre todo, el fortalecimiento de un Centro de Estudiantes, que frente a todo tipo de presiones ha sostenido una toma masiva durante más de una semana; fundamentalmente, a pesar de que las autoridades lograron poner a los docentes de su lado más allá de que el movimiento estudiantil los llamara a dictar clases durante la toma para profundizar la lucha y sus posibilidades de triunfar. Quienes sostienen que comparten los objetivos de la toma pero no sus métodos, deberían preguntarse por qué entonces fue necesario desenvolver una toma de estas características para avanzar en triunfos que de otra forma nunca pudimos conseguir.
El levantamiento de la toma no significa, de ningún modo, el abandono de nuestra lucha. Por el contrario, la toma ha sido una plataforma para avanzar, para desarrollar y fortalecer un Centro de Estudiantes independiente de las autoridades, que no permita las limitaciones a su actividad que pretende imponer González Gass, que profundice el proceso de movilización del estudiantado y lo coloque como un claro factor de transformación del colegio.
Es en este sentido que se hace necesario luchar por un conjunto de reivindicaciones que profundice el contenido de nuestra pelea. Desde la UJS planteamos: cumplimiento del Acta de Compromiso, aprobación del proyecto presentado por el Cenba, Cecap, AGD del Pelle y la CI No Docente del Pelle; por la independencia del Centro de Estudiantes, que dejen pasar por cursos, ninguna sanción a los estudiantes que luchan; que los libres puedan cursar como oyentes para permitir su reingreso al colegio; menú estudiantil en el bar; becas para el bar y la fotocopiadora.
Salimos de esta lucha fortalecidos y con la perspectiva de continuar peleando por nuestras reivindicaciones.
Compañeros, el carnaval recién empieza.

Perón, Pinochet y el Plan Cóndor

Un reciente fallo de la Justicia chilena actualiza un vínculo tenebroso

La sentencia dictada por un juez chileno contra seis oficiales del Ejército de ese país por el asesinato en Buenos Aires del general Carlos Prats (30 de setiembre de 1974) "sacó a la luz un capítulo no contado de las relaciones entre el ex dictador (Augusto Pinochet) y (Juan Domingo) Perón" (Clarín, 2/7).
Según el juez Alejandro Solís, "una de las razones que habría tenido Pinochet para ordenar el asesinato de Prats fue la indignación que le provocó la estrecha relación que éste desarrolló con Perón luego de llegar a Buenos Aires" (ídem anterior).
Como se recordará, Prats había sido jefe del Ejército de Chile hasta 16 días antes del golpe del 11 de setiembre de 1973, que derrocó al presidente Salvador Allende. Militar antigolpista, su destitución por Pinochet fue la autocondena del gobierno que la Unidad Popular se dictó a sí misma. Prats, al igual que Allende, consideraba a Pinochet un "general democrático".
En sus Memorias, citadas en esa nota de la corresponsal de Clarín en Chile, Prats recordaría dos encuentros que tuvo con Perón. El artículo periodístico indica, sin mencionar fuentes, que Pinochet habría montado en cólera después de reunirse con Perón en el aeropuerto militar de Morón porque, según esa versión, el cónclave habría fracasado "porque me lo echó a perder Prats".
No es cierto. Aquella reunión de Perón con Pinochet no fracasó en modo alguno, y ya se vería hasta qué punto resultó exitosa.
Génesis del Plan Cóndor
La entrevista Perón-Pinochet en la base aérea de Morón estuvo precedida por toda una serie de contactos tenebrosos. Por ejemplo: "En la primera semana de abril (de 1974) tuvo lugar una entrevista en la residencia presidencial de Olivos entre el señor Álvaro Puga, representante personal del presidente Pinochet, y el teniente general Perón, habiendo durado aproximadamente dos horas y media" (El Economista, 26/4/74).
La visita del delegado de la Junta chilena fue correspondida casi de inmediato por el viaje a Santiago del jefe de Inteligencia del Ejército argentino, general Carlos Dalla Tea, futuro represor durante la dictadura videliana. "Antes de partir, (Dalla Tea) mantuvo una prolongada conversación con Perón, oportunidad en la que el Presidente le encomendó establecer los más estrechos contactos con la cúpula militar que gobierna Chile" (revista Mercado, 30/4/74). Y más aún: "Se informó que la estada del general Dalla Tea tiene la finalidad de investigar los antecedentes de ciudadanos chilenos que han viajado a la Argentina con posterioridad al pronunciamiento militar del 11 de setiembre pasado" (Crónica, 3/5/74).
No era poca cosa. Después del golpe de Pinochet, más de 70 mil chilenos se habían refugiado en nuestro país. Se preparaba, por tanto, una vasta operación represiva internacional, coordinada entre los miembros del futuro Plan Cóndor, que ya empezaba a funcionar en vida de Perón.
La tragedia adquiría mayor magnitud porque en la Argentina, la derecha había golpeado aún antes que en Chile, con el derrocamiento de Héctor Cámpora en julio de 1973. Montoneros, aun a regañadientes, pondría sus esfuerzos para acompañar a la fórmula surgida de ese golpe: Perón-Perón, después del rápido fracaso de su propuesta en favor de un binomio Perón-Cámpora primero, y Perón-Balbín después.
Los frutos iniciales de esa colaboración entre el gobierno argentino y la dictadura chilena se conocieron en la primera semana de mayo de 1974. Tres refugiados chilenos (Joaquín Garrido López, Sergio Díaz Parada y Alcíades Oyarzún Braña) fueron secuestrados en Buenos Aires, donde vivían, por un grupo que mostró credenciales policiales. No volvió a saberse de ellos.
Por esos días, además, se supo que la Junta chilena había instalado aquí una delegación de sus servicios de inteligencia, con el objetivo de coordinar con la policía argentina el seguimiento y control de la colonia de exiliados (véase La Nación, 4/5/74).
Coordinación represiva
En aquellos días de 1974, en vida de Perón, el golpista Hugo Banzer denunció en La Paz una conspiración en su contra. Apenas 48 horas después, la policía detuvo en Buenos Aires, donde se encontraban exiliados, al secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Lechín Oquendo, y a los dirigentes socialistas Marcelo Quiroga Santa Cruz y Jorge Gallardo. Tampoco esas detenciones fueron improvisadas: "En enero pasado, el ministro del Interior de La Paz, coronel Walter Castro Avendaño, admitió que existía una coordinación informativa entre los organismos de seguridad de su país y de la Argentina" (Noticias, 4/5/74).
Desde la clandestinidad, la COB emitió un comunicado en cual decía que esas detenciones de dirigentes bolivianos constituían "un acto inamistoso del gobierno argentino hacia la clase obrera boliviana". Se referían, claro está, al gobierno de Perón.
Eso no era todo. Expatriados uruguayos denunciaron que, por cuenta de los militares de su país, el inspector de policía Campos Hermida, miembro de los servicios de inteligencia de Bordaberry, había instalado un centro de operaciones porteño en la calle Moreno, frente al Departamento de Policía. Aquellos exiliados, razonablemente, manifestaron su temor de que se produjeran arrestos y/o secuestros de refugiados uruguayos en la Argentina debido a esa coordinación represiva entre los gobiernos de ambos países.
Ya en diciembre de 1973, un grupo de tareas armado hasta los dientes, que también mostró credenciales de la policía argentina, había secuestrado en Buenos Aires al ex militar antigolpista brasileño Joaquim Pires Cerveira. Cerveira estaba recién llegado de Chile, donde se había refugiado, obligado ahora a huir de la persecución pinochetista. Otro militante brasileño, Joao Batista Rita Pereda, fue secuestrado en una operación similar. Tampoco de ellos volvió a saberse, a pesar de gestiones que sus familiares intentaron hacer, infructuosamente, ante el propio Perón. Días después, el comisionado en Brasil de Naciones Unidas recibió un informe detallado de un testigo que había visto, al día siguiente del secuestro en Buenos Aires, cómo los prisioneros eran introducidos en dependencias de la policía política de su país, en Río de Janeiro. La ONU llegó a probar en qué vuelo clandestino esas personas habían sido sacadas de la Argentina.
Por supuesto, nada de eso podía hacerse sin la complicidad directa del gobierno peronista. El Plan Cóndor, aunque aún no se llamaba así, calentaba motores aceleradamente y el general Perón era pieza clave en ese armado tenebroso, aunque ahora un juez chileno intente hacer creer lo contrario.

jueves, 3 de julio de 2008

"Ni con el gobierno de los monopolios Ni con los monopolios del campo"


LUNES 7, 10 HORAS: MARCHAMOS DE CONGRESO A PLAZA DE MAYO
BASTA DE HAMBRE
NO AL GOBIERNO, NO A LA PATRONAL AGRARIA
ACAMPE Y CIERRE EL MARTES 8, A LAS 15 HORAS
Nos movilizamos por:

• Trabajo. Que se otorguen puestos de trabajo en la obra pública a todos los desocupados. Blanqueo laboral general. Pase a planta permanente de los planes sociales. Por la derogación del estatuto negrero del peón rural.

• Seguro universal al desocupado de 650 pesos (canasta de indigencia).

• Salario mínimo, vital y móvil igual a la canasta familiar para los trabajadores de la ciudad y el campo; 82% para los jubilados. Reapertura de las paritarias. No a los topes del gobierno y la burocracia. Doble aguinaldo en julio.

• Garantizar alimentos y energía para todos. Derogación del IVA en los productos de primera necesidad. Restitución de todos los comedores escolares, asignación mínima de 8 pesos por comensal. Garrafas sociales a 10 pesos. Exención de pago de servicios para desocupados o trabajadores por debajo de la línea de la pobreza.

EL CONGRESO DE LAS FIERAS


El recurso del Congreso Nacional no sirvió para darle "más democracia a la democracia". Después de una primera semana, en la que desfiló medio mundo e hizo uso de la palabra otro tanto, el empantanamiento es mayor que antes.
El gobierno prometió devolver la suba de retenciones que recaude a unos 80.000 productores y en un abrir y cerrar de ojos mandó al archivo su cacareada intención de redistribuir ingresos.
Los pulpos de siembra no quedarían afuera de esta ventaja si se las ingenian para registrar una segmentación de sus propiedades en unidades equivalentes a una producción de mil toneladas de granos.
Con este régimen de devoluciones de impuestos para el campo, el gobierno se convertiría en una máquina de subsidios, pues ya paga a otros sectores 30.000 millones de pesos al año, y los capitalistas se transformarían en su clientela.
"Ni soñando", le respondió la patronal sojera, en primer lugar, porque no quiere que le devuelvan lo que considera suyo y, en segundo lugar, porque considera al Estado su cliente y no al revés.
Para los capitalistas del campo, la suba de la tonelada de soja en el mercado internacional de 440 a 600 dólares desde marzo - un 40% en cien días- es toda de ella.
Cualquier otra cosa la considera confiscatoria, pero no el 21 por ciento de IVA que pagan los consumidores aunque el poder adquisitivo del salario caiga por la inflación..
Ante semejante panorama, el gobernador de las petroleras, Das Neves, se largó a reclamar libertad de precios para los combustibles.
El gobierno pierde su base social: salieron 6.000 millones de dólares, la inflación crece, las tasas de interés suben, la producción baja, aumenta la morosidad de los deudores con los bancos.
El matrimonio presidencial retrocede ante la presión sojera pero no satisface sus aspiraciones.
Se ha abierto una crisis política definitoria.
Cualquiera de los bandos capitalistas que gane le pasará la factura de la crisis al pueblo.
Los obreros tenemos que organizarnos con un programa propio para arrebatar el timón a estos desorganizadores de la vida nacional, que vienen perpetrando confiscación tras confiscación contra el pueblo en forma regular desde hace más de medio siglo.
Por la nacionalización de los pulpos agrarios y de exportación, y de sus puertos privados.
Por arrendamientos para chacareros y campesinos en función de un plan público de desarrollo agrario.
Por un salario agrario mínimo igual al costo de la canasta familiar y la libre organización sindical en cada finca o explotación. Fuera la burocracia de Uatre.
Basta de pagar la deuda externa usuraria, por la nacionalización de la banca.

LA GUERRA PROLONGADA


El alineamiento que parece perfilarse en el Congreso demuestra que está largamente superada la etapa de las divergencias por el monto y el escalonamiento de las retenciones. Las negociaciones que pudieron haber tenido lugar para aproximar posiciones sobre este punto han fracasado sin remedio, si es que alguna vez existió el intento. El proyecto del ex gobernador Solá, que pone un tope del 40% en la escala del impuesto (la resolución oficial lo fija en 47%), casi no fue considerado, a pesar de que, en la semana, el precio internacional de la soja se disparó a 600 dólares la tonelada, 160 dólares por encima del que había alcanzado a mediados de marzo, cuando arrancó el conflicto. Los capitalistas de la soja consideran que la tasa de Solá sigue siendo ‘confiscatoria', mientras se hacen los distraídos sobre la confiscación que implica para el consumidor una suba de casi el 40% en el precio en un lapso de cien días. Menos se deben haber dado cuenta de que el IVA no es móvil y que por lo tanto no baja cuando los precios suben. El acaparamiento de aproximadamente treinta millones de toneladas de soja durante el conflicto ha sido un factor relevante para alentar la especulación internacional al alza del precio del poroto. Los chacareros se comportan como unos consumados capitalistas, mientras algunos de ellos se animan a posar junto a una pechera de la CCC.
Una pulseada por el poderEl proyecto del gobierno exige ratificar la resolución 125 y el derecho del Ejecutivo para establecer los montos de las retenciones; si lo aprueba, el Congreso estaría renovando una delegación de poderes y por lo tanto el derecho del gobierno para regular a su arbitrio las ganancias del capital agrario. La oposición se ha unido en el rechazo sin que aún se sepa el número de votos del oficialismo que podrían hacerle compañía. Si el gobierno perdiera en este punto, quedaría obligado a renunciar. Un régimen presidencialista acabaría cayendo como lo hacen los parlamentarios, precisamente porque fue a reclamar una ratificación de su poder al Congreso. De la Sota y Binner, curiosamente, se han anticipado al reclamar que se pase a un régimen parlamentario. La semana pasada, un politólogo chileno de derecha escribió en el diario El Mercurio que la reducción de los mandatos presidenciales y la imposibilidad de la reelección servían al objetivo de impedir cualquier cambio, en este caso del régimen que construyó Pinochet y adornó la democracia. En Argentina, la burguesía aún tiene que armar ese régimen ideal para luego pensar en fosilizarlo. Antes de llegar al parlamentarismo, que serviría a los mismos propósitos que acaricia el chileno, en Argentina aún habrá que pasar por sacudidas muy fuertes.La oposición se ha unido en el rechazo de esa ratificación, lo que significa que no la negocia a cambio de ninguna nueva escala de retenciones. Esto, de todos modos, lo puede discutir en el segundo punto, que trata de las modificaciones que propone el gobierno. A partir del rechazo de la resolución 125, se propone recurrir a la Corte y preparar las condiciones para un nuevo lock-out o cortes de ruta y movilizaciones. Apunta a profundizar la división del peronismo, que sigue su curso, al punto que ni Moyano está seguro de seguir al frente de la CGT, por lo que han venido a socorrerlo desde el lugar menos pensado: los ‘gordos' de Cavallieri y West Ocampo. Aunque menos impactante en número, también sigue su curso la división de la ‘coalición plural' y el protagonismo de Cobos.
Los números ya no importanSi el gobierno consigue, uno, la aprobación de la ratificación de la Resolución y, dos, la oposición no abandona el Congreso y las entidades rurales no vuelven al lock-out, deberá imponer el voto del segundo punto, que básicamente devuelve las retenciones a los productores hasta un tope de 1.000 toneladas de soja. El gobierno se convertiría en una máquina de subsidios, si se tiene en cuenta que ha pasado de 12.000 millones de pesos, en 2007, a un presupuesto de cerca de 30.000 millones para 2008. Este monto del 15% del gasto público podría alcanzar entonces cifras inimaginables, porque no solamente se subsidiaría a 100.000 productores de mil toneladas sino que los famosos pools de siembra podrían subdividirse administrativamente para hacerse acreedores también a esta devolución de impuestos. Los sojeros, sin embargo, no quieren saber nada con este sistema, lo cual es natural: uno, porque dependerían de un gobierno que ya no tiene superávit fiscal y enfrenta déficit fiscales crecientes de las provincias. Dos, porque el gobierno retiene la posibilidad de aumentar las retenciones en virtud del artículo 1º que le reconoce ese derecho. Tres, porque el mantenimiento de las retenciones y su escala actual le acotan a los sojeros el margen para especular con los precios futuros del grano.
Mercado de futuros, consigna chacarera y socialistaO sea que nuestros honorables chacareros han comenzado a degustar la ventaja de la ‘volatilidad' de los precios, claro que ahora que están subiendo ¡ni quieren oír hablar de estabilidad! Los izquierdistas que los apoyan con un fervor cuasi religioso han quedado convertidos, como consecuencia de esta circunstancia, en una especie de Indiana Jones del libre mercado, sus adoradores. ¡Que les repongan el mercado de futuros, por dios! piden maoístas y ripollistas al unísono. Por su lado, Lozano, que se dedica a escabullir los problemas, dice, en cambio, que es necesario ordenar esta ‘volatilidad'. Para eso propone retenciones a las exportaciones que se muevan al compás de la volatilidad de los insumos agropecuarios, de modo que, si los costos del campo suben, las retenciones bajen y el precio final del grano pueda subir también. Sería una suerte de retenciones indexadas. Lamentablemente, a nadie se le ocurrió todavía incorporar a un esquema similar a los aumentos de los precios de la canasta familiar (inflación), de modo que cuando suban esos precios, también suba el salario o que cuando caiga el poder adquisitivo del salario, el IVA baje en la misma proporción. Menos el consumidor, que vive de un salario, todo el mundo recibe el beneficio de la indexación de los impuestos a la ‘volatilidad'; solamente él, el trabajador, queda condenado al pago de impuestos confiscatorios y a sufrir la confiscación de la inflación. Esta es la lógica capitalista que hacen suya el gobierno, los opositores y Lozano. Es que de otro modo, si a todos les bajan los impuestos, el Estado quiebra.El parche que ofrece el gobierno a su esquema de retenciones es sencillamente inviable. Las contradicciones que ha engendrado la crisis capitalista internacional superan la capacidad de arbitraje del gobierno, como ocurre, con diverso grado de agudeza, con todos los gobiernos del mundo. Para colmo, ahora se metieron en la crisis de Argentina Lula y Tabaré, cuyos ministros declararon que las retenciones argentinas violan el libre comercio del Mercosur y le otorgan una ventaja desleal, como si eso ya no se hubiera producido bastante con la devaluación del peso, por el lado local, y con los créditos subsidiados de Brasil, cuya tasa de interés, entre otras cosas, no incorpora el riesgo de incumplimiento empresario.
Preparando un nuevo choqueEl alineamiento de los distintos bloques en el Congreso apunta a una sola dirección: a preparar políticamente una ruptura y dirimir el conflicto por otras vías. El fiel de la balanza lo tiene el sector del justicialismo que está abandonando al gobierno. Por las declaraciones de sus voceros, se deduce que estiman prematura una ruptura que lleve a una crisis institucional (golpe y autogolpe). Pero en la crisis se han anotado ya numerosos sectores, con independencia de los agrarios: los petroleros, que reclaman disminución de retenciones y aumentos de precios; la minería, que está levantando la voz por medio del sanjuanino Gioja y el catamarqueño Brizuela del Moral; en general, una amplia porción del capital financiero que ya ha retirado 6.000 millones de dólares y que también explota la ‘volatilidad' comprando dólares a futuro, a un precio igual al que tiene el contado en la actualidad, y que por eso ganaría una fortuna, fuerza una devaluación del peso (recibirían un dólar por tres pesos que podrían vender por encima de ese precio).El agotamiento del gobierno y su inviabilidad política están reflejados en la salida de capitales, en el aumento de la morosidad de los deudores de los bancos (en especial tarjetas de crédito), en el crecimiento de la inflación y de las tasas de interés, en la caída del consumo y la brusca declinación de la tasa de crecimiento del PBI. O sea que las clases sociales comienzan a sentir que es intolerable la situación en su conjunto, resienten el empantanamiento político y presionan por un desenlace. La deliberación política que se manifiesta hoy expresa la disolución de un régimen político, que es el mismo de excepción y transición (gobierna con un régimen de emergencia económica y superpoderes) y el tránsito hacia una nueva forma histórica de dominación política.
Por la unidad política independiente del activismo
El problema no es ya el enfrentamiento entre distintas soluciones a la crisis planteada por la patronal agraria, sino la emergencia de una crisis política y la posibilidad de un desenlace de fuerza, impuesto por los choques entre los sectores en disputa. La movilización práctica y real de numerosas organizaciones piqueteras el lunes próximo, contra ambos bandos capitalistas y por las reivindicaciones obreras, debe servir como foco de reagrupamiento del activismo sindical y político clasista. Crecen los pronunciamientos anti-capitalistas en los lugares de trabajo. La crisis ha pulverizado las expectativas de que la CTA o determinadas fracciones de la burocracia sindical o de la izquierda del gobierno pudieran colaborar en un nuevo desarrollo sindical y político de la clase obrera. El activismo que lucha debe adoptar definiciones políticas claras, que sirvan para una acción política unificada de los luchadores y de los trabajadores ligados a ellos.

Des -“haciendo” Buenos Aires


La renuncia del presidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad fue la séptima "baja" en el cuerpo de funcionarios de Macri. No hizo falta que el renunciante explicara sus razones. El IVC ha paralizado todos los programas de vivienda popular, desde las obras en villas hasta las cooperativas de vivienda. Pero el cuadro general del resto de la administración porteña no es diferente: la "emergencia edilicia" para hospitales y escuelas ha fracasado. En los hospitales, el desquicio en materia de falta de obras e insumos podría arrastrar, en la lista de renunciantes, al ministro de Salud, Jorge Lemus.La "subejecución" del presupuesto, a esta altura del año, es la más alta de la historia. Los talleres y cuadrillas de la administración central están paralizados. En reparticiones clave vinculadas con la infraestructura social se han cancelado contratos transitorios.Es que la "patria contratista" reclama una friolera de 1.600 millones de pesos por obras adeudadas de la administración Telerman. Además, pide un reajuste general de los presupuestos actuales y condiciona las obras futuras a esos resarcimientos.Al gobierno no se le ha ocurrido investigar esa deuda, ni los reajustes que reclaman los pulpos. En cambio, está profundizando la "tercerización" general de la obra pública y el mantenimiento de la Ciudad, para la "patria contratista". Después de todo, los Macri también son parte de ella.Planteamos: investigar todos los acuerdos con la patria contratista, bajo una auditoría de trabajadores y técnicos. Inmediata activación de todas las obras hospitalarias y educativas. Para eso, efectivizar a los contratados. Tierras y presupuesto para la vivienda popular, bajo control de las organizaciones obreras y del techo. Macri está des-"haciendo" Buenos Aires: hay que pararlo con una gran acción de trabajadores y vecinos.

El 'rescate' de Ingrid Betancourt


Lo que habría sido una victoria política contra el imperialismo si Ingrid Betancourt y otros rehenes de las Farc hubieran sido liberados como consecuencia de un ‘canje humanitario' (o de una decisión unilateral de las Farc) es, por el contrario, una pesadísima victoria de la reacción política al ser el resultado de un rescate militar piloteado por el gobierno de Uribe. El éxito de este gobierno de filiación paramilitar y narcotraficante modifica fuertemente la situación en América Latina. La ‘emoción' con que Cristina Kirchner recibió la noticia, mientras se encontraba en Chivilcoy, no solamente es una prueba de su veleidad: también anticipa la reacción de los gobiernos ‘nac & pop' de América Latina. El candidato republicano de Estados Unidos, John McCain, debió haber recibido alguna ‘confidencia' de Bush cuando eligió centrar sus actividades ‘electorales' de esta semana en Colombia.
Lo que filtraron las primeras noticias describe una situación curiosa: la operación se produjo cuando un alto comando de las Farc se desplazaba con un nutrido grupo de secuestrados, incluida Betancourt. El gobierno de Colombia dice que su éxito obedece a que había logrado infiltrarse en la cúpula de la guerrilla; otras informaciones suponen que las Farc se aprestaban a producir una segunda liberación de rehenes cuando fueron sorprendidas por la fuerza armada de Colombia. La sospecha de una infiltración es admisible dados los antecedentes que acabaron con la prisión o la muerte de diversos jefes de las Farc. Pero la segunda hipótesis también es admisible: por un lado, hace ya dos semanas que emisarios de Suiza y Francia se encontraban en la selva negociando una liberación con las Farc, con la plena autorización de Uribe. Por otro lado, hace un par de semanas Chávez había llamado a las Farc a poco menos que disolverse, además de decretar la muerte de las guerrillas por los tiempos de los tiempos. Curioso planteo de parte de quien adoptó para las fuerzas armadas de Venezuela la doctrina de una resistencia guerrillera en el caso de una agresión norteamericana. Es una contradicción que prueba la inconsistencia bolivariana.
¿Estamos, acaso, ante una liberación combinada con las Farc, impulsada por Sarkozy y Chávez, ante la imposibilidad de otra vía para concretarla? Habrá que esperar una mayor información sobre lo ocurrido. De cualquier manera, la hipótesis encuentra asidero en las posiciones que fueron adoptando en los últimos meses, en especial luego de los acuerdos en la OEA posteriores a la masacre perpetrada por Colombia en Ecuador. Chávez y Uribe volvieron a intercambiar cumplidos e incluso hay prevista una visita del venezolano a Bogotá para mediados de julio. La liberación de Betancourt zanjaría, en favor de una salida política, la división entre ‘políticos' y ‘militaristas' en las Farc. Es incuestionable que las Farc estaban recibiendo golpes militares demoledores, pero por sobre todo políticos, no solamente por parte de Uribe sino también de sus aliados. La decisión de Bush de reactivar la IV Flota para patrullar los mares de América Latina y operar en sus ríos (como ya ocurre en Perú) es una consecuencia del progreso del ‘plan Colombia' que financia y arma a las fuerzas armadas de Colombia.
La tesis de que no es viable una solución militar en Colombia, sostenida por numerosos observadores y hasta por Chávez y Correa, ha demostrado toda su miopía. Ninguna capacidad militar está por encima de las condiciones sociales y políticas sobre las que debe operar. La derecha colombiana no solamente logró, con la ayuda yanqui, superar militarmente a las Farc, sino que la superó por sobre todo políticamente, como lo prueban sus victorias electorales. Los foquistas están convencidos de que el ‘poder nace del fusil'; no es así: nace de la conciencia, organización y decisión de las masas.
La situación política en América Latina sufre un giro: gana la autoridad política de la derecha, que ahora va a cobrar un mayor ímpetu allí donde está en conflicto con gobiernos nacionalistas; como mínimo es una presión de derecha sobre ellos. Esto es así aunque agudice la pelea de camarillas entre Uribe y los Santos (el vicepresidente y el ministro de Defensa). Simultáneamente, sin embargo, los Bush y la derecha norteamericana están en franco retroceso y la crisis mundial, por otro lado, está sacando a la calle a los trabajadores de todo el mundo. La tendencia de fondo será decidida en el amplio escenario de la crisis del capital, de la lucha de clases y de la capacidad del proletariado.

¡Viva la toma del Nacional Buenos Aires!


La toma del Nacional Buenos Aires ha puesto sobre la mesa, nuevamente, la cuestión de la democratización de los preuniversitarios. Luego de vencido el plazo dentro del cual se tenía que cumplir el Acta de Compromiso firmada por el rectorado de la UBA (ya tendría que haber consejos directivos en los colegios), los estudiantes hemos resuelto la ocupación para rechazar el proyecto antidemocrático de las camarillas universitarias que integran el Consejo Directivo. Exigimos el cumplimiento del Acta de Compromiso: hay un proyecto presentado por la mayoría de ambas escuelas. Además, tenemos la lucha por reformas edilicias bajo supervisión de estudiantes y docentes, por la independencia del Centro y el cese de las sanciones, y por la elección democrática del vicerrector del turno noche.
Nuestra lucha ha sido respondida por un intenso operativo político-mediático que llegó al extremo de afirmar que "un grupo de militantes del PO tiene de rehenes a 2.200 alumnos". La toma se destacó, sin embargo, por la autonomía con que actuaron los estudiantes y por su carácter masivo, con asambleas de 1.000 estudiantes y decisiones colectivas sobre cada aspecto de la lucha. La movilización involucra a una mayoría desoída por la verdadera minoría de la Universidad, que es el Consejo Superior.
Virginia González Gass, rectora elegida por una resolución provisional pues se adoptó ad-referendum de Hallú, se posicionó desde un principio contra la toma, aunque desde el discurso apoye los reclamos de los estudiantes. "Si bien el reclamo es justo, los métodos no lo son". Con la política del "tienen razón pero ¡qué modales!", metió una cuña divisionista entre los docentes. Pero ella es arte y parte, pues responde a Yasky, otro funcionario del gobierno.
González Gass llegó a vicerrectora por el dedo del vitalicio de Sanguinetti, actualmente procesado, anterior rector y eterno perseguidor de estudiantes. Posteriormente fue designada como rectora por Hallú, el rector que sólo puede sesionar custodiado por la Federal. La gestión de gobierno de la rectora se caracteriza por la penalización de los estudiantes que se movilizan por sus intereses y por el ejercicio de las amenazas de sanciones disciplinarias y expulsiones. A la rectora no le incomoda, sin embargo, la asfixia presupuestaria que sufre el colegio. Su preocupación por el deterioro se redujo a cartas al Ministerio de Planificación y algunas reuniones.
Lamentablemente, una gran cantidad de docentes se han dejado inmovilizar por González Gass, quien - no es secreto para nadie- , ejercita la obediencia debida a la camarilla dirigente de Ctera. A partir de eso, llaman a "dialogar entre directivos, docentes, alumnos y no docentes; y buscar una salida para enfrentar al rectorado de la UBA"; la obediencia debida de González Gass también alcanza al rectorado de Hallú. El movimiento estudiantil está llamando a sus docentes a la reflexión y a la unidad entre estudiantes y trabajadores. Todos sabemos que la educación es atropellada por los ejecutores de la asfixia presupuestaria, que se valen de ella para justificar la privatización. Son los que acosan a la organización de los estudiantes y gobiernan antidemocráticamente los colegios.
La toma, a pesar de todas las presiones, se mantiene fuerte. El movimiento estudiantil continúa firme en su lucha por defender la educación pública frente a los ataques del rectorado y de los medios de comunicación. La rectora pretende deslegitimar la pelea de los compañeros del Nacional Buenos Aires diciendo que están "haciendo de este colegio un Pellegrini", pero olvida que el Pellegrini logró conquistas enormes: echar a un rector que quería convertir al Pelle en una sucursal de los bufetes de economistas de las corporaciones, y echar de la institución a elementos infiltrados por la Side. Junto al Pelle, incluidos sus docentes y no docentes, vamos a seguir insistiendo hasta triunfar.
¡Viva la toma del Nacional Buenos Aires!