La patronal sojera acapara desde hace varios meses unas 30 millones de toneladas en una prueba de fuerza para obtener mejores precios (menores retenciones).
También tiene en negro, junto al resto de la patronal agraria, a un millón del millón y medio de obreros rurales permanentes -la mayor fuerza social del campo argentino.
Evade, asimismo, miles de millones de pesos en impuestos, puesto que paga solamente el 1,2 por ciento del impuesto inmobiliario rural debido a que la valuación fiscal de la tierra es una ochentava parte de su precio de mercado.
Pero el bloque de la derecha tradicional y de la izquierda campestre, que se desgarra las vestiduras para que los impuestos solamente los pueda votar el Congreso, no se incomoda en denunciar esta evasión fiscal de los sojeros ni el delito del acaparamiento de mercadería, mucho menos la superexplotación rural.
De Angeli ha dicho que el negreo es un ‘servicio' que los chacareros les hacen a los obreros al darles trabajo.
El que carga, sin embargo, con la mayor responsabilidad es el matrimonio nacional y popular, que durante tres meses no ha tomado ni una sola medida contra estos atropellos a la economía del país y de los trabajadores.
En lo que sí se mostró ‘firme' fue en la represión brutal contra la movilización piquetera que llegó a Plaza de Mayo con la consigna: No al gobierno de los monopolios y no a los monopolios del campo.
Al gobierno no le inquieta la agitación de la patronal sojera porque con ella pretende llegar a un compromiso, pero no admite una movilización popular, sin burócratas ni patrones, que pueda colarse como fuerza real en la crisis política.
Por eso no vaciló en recrear una represión como la del Puente Pueyrredón en 2002, concebida también ahora por un funcionario de entonces -el hombre para todos los ‘servicios'- el ministro Aníbal Fernández.
Numerosas organizaciones repudiaron el atropello, ¡incluso Marcelo Tinelli y Mirta Legrand! -pero de ningún modo los Binner, Macri, Carrió, o los popes de la CGT, de la CTA y (¡por qué no!) de la Federación Agraria.
Esta es la ‘democracia' que reivindica la tilinguería, tanto del oficialismo como de la oposición.
Es la misma ‘democracia' que también castiga a los chicos del Nacional Buenos Aires que, como otros numerosísimos chicos de este país, tienen que salir a la calle para combatir la destrucción de la educación y de las escuelas por parte de los ‘adultos' que roban el presupuesto público o cobran las cometas de las grandes corporaciones.
Este gobierno nacional y popular ha modificado leyes y postergado reglamentaciones y regulaciones para que los exportadores se sigan embolsando miles de millones de dólares pagando retenciones un cincuenta por ciento inferiores a las que rigen en la actualidad.
Ha armado también una nueva ‘bicicleta financiera' para que productores y exportadores sojeros puedan poner la plata al 20 ó 30% anual en pesos, mientras se aseguran la posibilidad de recomprar más adelante los dólares al mismo precio de 3 pesos que ahora.
Es así como ‘luchan' los ‘nacionales y populares' contra el lock-out de la ‘abundancia' - buscando un compromiso y mediante el reparto del botín.
Por su lado, Buzzi, el de la Federación Agraria, en lugar de condenar este saqueo de los grandes capitalistas y de los exportadores, está reclamando en el Senado que los agentes de retención de las compensaciones que se deben pagar a los chacareros menores sean... los pulpos de la exportación.
No se avergüenza ni un poco de estar pidiendo la creación de una sociedad de evasores.Pero la pelea por el reparto de las ganancias de 30 millones de toneladas de soja que se encuentran sin vender se acentúa cada vez más, y con ella la crisis política.
Se disgrega el pejotismo en el Congreso, apenas dos meses después de su refundación.Al vicepresidente del PJ, Moyano, lo enrejan con una guardia de ‘gordos' en la CGT, mientras Barrionuevo arma una parodia de ruptura con el solo fin de seguir calentando la crisis política.
La desestabilización política es manifiesta, aunque los golpes ya no necesitan ser como los de antes: la conspiración pasa por el PJ, los radicales K, los burócratas sindicales, la derecha agazapada y la que va al descubierto... e incluso un sector de la izquierda en descomposición.
En defensa de los intereses realmente nacionales llamamos a deliberar en los barrios y en los lugares de trabajo para organizarnos y preparar una movilización obrera y popular independiente con estas consignas:
Basta de desgobiernos patronales.
Abajo el golpe y el autogolpe.
Promovamos una deliberación obrera y popular.
Por una alternativa obrera y socialista.
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