A raíz del corte protagonizado por los vecinos de la Villa 31, estalló una particular pelea entre los gobiernos de Macri y de Kirchner. Polemizan acerca de quién tiene facultades legales para reprimir el corte de calle de los vecinos. En cambio, no los escuchamos "competir" en favor de una salida a las miles de familias que viven en el hacinamiento, la falta de servicios esenciales y la mayor precariedad en materia de vivienda. En este punto, Aníbal Fernández y Rodríguez Larreta tienen una misma política: la erradicación de la villa, y la entrega de sus tierras al capital financiero.
Un fallo judicial determinó la inseguridad de las construcciones en altura que muchos vecinos realizan, para sortear el hacinamiento. Ni al juez de la causa, ni al gobierno de Macri, se le ocurrió superar esa zozobra con una urbanización integral. En cambio, y en nombre de la "seguridad de los vecinos", promueven el desalojo liso y llano.
El gobierno nacional dice no tener responsabilidad en las construcciones de la villa, puesto que "sólo" es propietario de sus tierras. Es una atribución suficiente para llevar adelante la transformación de la villa en un barrio. En vez de hacerlo, De Vido y Macri financian, juntos, la extensión de Puerto Madero hacia la Boca y Barracas, junto con otros proyectos de privatización del suelo.
Como consecuencia de ellos, asistimos a un brutal encarecimiento de la vivienda en la Ciudad. Cotidianamente, centenares de familias abandonan hoteles, departamentos o pensiones que ya no pueden pagar, para alojarse en la villa de Retiro.
Apoyamos el reclamo y la lucha de los vecinos, del que participamos a través de nuestros compañeros del Polo y el PO de la Villa 31. Reclamamos que los vecinos sean inmediatamente recibidos por el gobierno; la inmediata asistencia a los reclamos edilicios, de agua y de luz; por una urbanización que transforme a las Villas 31 y 31 bis en un barrio integrado al tejido urbano de la Ciudad, y bajo el control de representantes electos.
Un fallo judicial determinó la inseguridad de las construcciones en altura que muchos vecinos realizan, para sortear el hacinamiento. Ni al juez de la causa, ni al gobierno de Macri, se le ocurrió superar esa zozobra con una urbanización integral. En cambio, y en nombre de la "seguridad de los vecinos", promueven el desalojo liso y llano.
El gobierno nacional dice no tener responsabilidad en las construcciones de la villa, puesto que "sólo" es propietario de sus tierras. Es una atribución suficiente para llevar adelante la transformación de la villa en un barrio. En vez de hacerlo, De Vido y Macri financian, juntos, la extensión de Puerto Madero hacia la Boca y Barracas, junto con otros proyectos de privatización del suelo.
Como consecuencia de ellos, asistimos a un brutal encarecimiento de la vivienda en la Ciudad. Cotidianamente, centenares de familias abandonan hoteles, departamentos o pensiones que ya no pueden pagar, para alojarse en la villa de Retiro.
Apoyamos el reclamo y la lucha de los vecinos, del que participamos a través de nuestros compañeros del Polo y el PO de la Villa 31. Reclamamos que los vecinos sean inmediatamente recibidos por el gobierno; la inmediata asistencia a los reclamos edilicios, de agua y de luz; por una urbanización que transforme a las Villas 31 y 31 bis en un barrio integrado al tejido urbano de la Ciudad, y bajo el control de representantes electos.
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