La primera plana de los diarios sigue entretenida con la "pelea con el campo", las pujas en el Gabinete o la corrupción oficial.
¿Pero quién está pagando la factura de esta crisis?
Según Clarín (27/4), el aumento de la canasta alimentaria en 2007 hizo crecer en 1.500.000 el número de pobres; en lo que va de 2008, el total asciende a 11 millones.
Entre los "nuevos pobres de la Argentina" están los asalariados que no llegan a los 1.500 pesos.
Este es el legado del "modelo productivo" del kirchnerismo, que cruje bajo el peso de la inflación galopante, la deuda pública y la quiebra de las finanzas provinciales y municipales.
Que cruje bajo el peso de la crisis capitalista mundial.
Pero ahora el gobierno se dispone a bajarle a la patronal agraria los impuestos, a liberar las exportaciones de carne y a mejorar la "rentabilidad" de los exportadores de leche y de trigo.
¿Quién pagará este "consenso con el campo"?
El gobierno prepara un aumento de las tarifas de luz y de gas, y sigue echando mano a los fondos de la Anses para pagar la deuda externa.
Más carestía, licuación del salario, reducción de los gastos sociales, saqueo a los jubilados...
Los Moyano y los Yasky prestan su "asistencia perfecta" a esta política.
Las paritarias firmadas por ellos han sido pulverizadas por la carestía.
El derrumbe de los techos salariales pactados en febrero por la burocracia sindical se advierte en los paros metalúrgicos, en la lucha de los docentes universitarios, en el frigorífico cordobés Estancias del Sur y, nuevamente, en los docentes de Santa Cruz, que acaban de desconocer una conciliación obligatoria para ratificar un plan de lucha por el salario.
Mientras los capitalistas discuten el precio de la leche, de la carne o del pan, el gobierno y la burocracia quieren ponerle "sordina" al precio de la fuerza de trabajo.Pero la situación no da para más.
Impulsemos asambleas por la reapertura de las paritarias y un aumento salarial de emergencia, por la indexación mensual del salario, por el 82% móvil para los jubilados, por un salario igual a la canasta familiar que hoy no es inferior a los 3.200 pesos.
En momentos en que la crisis entre el gobierno de Venezuela y el pulpo Techint llega a su punto más alto, tomemos el ejemplo de los trabajadores venezolanos que, por un lado, destruyeron la alianza de Chávez con la siderúrgica y, por el otro, defendieron - incluso contra sus propios dirigentes- , el derecho a un convenio de trabajo. Por último, ahora han lanzado una campaña de denuncia de los fraudes contables y financieros de Techint y de sus pasivos ocultos, impidiendo de este modo que la nacionalización de ese pulpo se transforme en un premio para los vaciadores y en una carga para los contribuyentes.
Que se reabran las paritarias.
Fuera de Haití los ocupantes y represores de Kirchner, Lula, Tabaré y Uribe.
Movilización en defensa de los trabajadores de la Techint de Venezuela.
¿Pero quién está pagando la factura de esta crisis?
Según Clarín (27/4), el aumento de la canasta alimentaria en 2007 hizo crecer en 1.500.000 el número de pobres; en lo que va de 2008, el total asciende a 11 millones.
Entre los "nuevos pobres de la Argentina" están los asalariados que no llegan a los 1.500 pesos.
Este es el legado del "modelo productivo" del kirchnerismo, que cruje bajo el peso de la inflación galopante, la deuda pública y la quiebra de las finanzas provinciales y municipales.
Que cruje bajo el peso de la crisis capitalista mundial.
Pero ahora el gobierno se dispone a bajarle a la patronal agraria los impuestos, a liberar las exportaciones de carne y a mejorar la "rentabilidad" de los exportadores de leche y de trigo.
¿Quién pagará este "consenso con el campo"?
El gobierno prepara un aumento de las tarifas de luz y de gas, y sigue echando mano a los fondos de la Anses para pagar la deuda externa.
Más carestía, licuación del salario, reducción de los gastos sociales, saqueo a los jubilados...
Los Moyano y los Yasky prestan su "asistencia perfecta" a esta política.
Las paritarias firmadas por ellos han sido pulverizadas por la carestía.
El derrumbe de los techos salariales pactados en febrero por la burocracia sindical se advierte en los paros metalúrgicos, en la lucha de los docentes universitarios, en el frigorífico cordobés Estancias del Sur y, nuevamente, en los docentes de Santa Cruz, que acaban de desconocer una conciliación obligatoria para ratificar un plan de lucha por el salario.
Mientras los capitalistas discuten el precio de la leche, de la carne o del pan, el gobierno y la burocracia quieren ponerle "sordina" al precio de la fuerza de trabajo.Pero la situación no da para más.
Impulsemos asambleas por la reapertura de las paritarias y un aumento salarial de emergencia, por la indexación mensual del salario, por el 82% móvil para los jubilados, por un salario igual a la canasta familiar que hoy no es inferior a los 3.200 pesos.
En momentos en que la crisis entre el gobierno de Venezuela y el pulpo Techint llega a su punto más alto, tomemos el ejemplo de los trabajadores venezolanos que, por un lado, destruyeron la alianza de Chávez con la siderúrgica y, por el otro, defendieron - incluso contra sus propios dirigentes- , el derecho a un convenio de trabajo. Por último, ahora han lanzado una campaña de denuncia de los fraudes contables y financieros de Techint y de sus pasivos ocultos, impidiendo de este modo que la nacionalización de ese pulpo se transforme en un premio para los vaciadores y en una carga para los contribuyentes.
Que se reabran las paritarias.
Fuera de Haití los ocupantes y represores de Kirchner, Lula, Tabaré y Uribe.
Movilización en defensa de los trabajadores de la Techint de Venezuela.
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