viernes, 30 de enero de 2009

Rebelión contra el tarifazo: Extendamos las movilizaciones y asambleas


Néstor Pitrola llamó a "profundizar el proceso de asambleas y movilizaciones que ya empezó vigorosamente en Tigre, San Fernando, Lanús, Pilar y La Matanza por la derogación del tarifazo de la luz"
Pitrola indicó que "contrariamente a lo que dice el gobierno, gran parte de la clase trabajadora está siendo impactada por la boletas que llegan", "muchos compañeros tienen motor por falta de agua corriente, en otros casos conviven varias familias bajo el mismo medidor, ni hablar de pequeños comerciantes de las barriadas".
"Por otro lado -dijo Pitrola- la tarifa social abarca solo a 31.000 usuarios sobre el millón y medio de familias afectadas". "Esto es un tarifazo en regla en simultáneo con el transporte y el gas de red para financiar la deuda externa y salvar a los grupos privatizadores del default a costa nuestra". "Que la crisis la paguen los capitalistas, extendamos las asambleas populares a cada barrio del gran Bs As para confluir en una lucha común para acabar con el tarifazo" remató Pitrola.

Comunicado de la Comisión de Mujeres de Indugraf

Las mujeres de trabajadores de Indugraf, hemos constituido una Comisión de Mujeres por la defensa de los puestos de trabajo.
- porque debemos aunar esfuerzos entre los trabajadores, las familias, los compañeros y amigos que apoyan esta lucha, para frenar las maniobras de la fiscalía que actúa como cómplice del empresario Martínez que cerró la empresa a fines de noviembre adeudando tres meses de sueldo a 88 trabajadores y con enormes deudas a proveedores y al estado.
- porque no hay mejor defensa de la integridad de nuestras familias que la lucha codo a codo con los nuestros para garantizar los salarios y las condiciones de trabajo.
- porque en momentos tan difíciles queremos animar a miles de familias obreras que en todo el país están pasando por nuestra misma situación, a unirse y luchar de forma común contra las patronales, que luego de haber llenado sus bolsillos, pretenden hacernos pagar las consecuencias de una crisis que las familias trabajadoras no hemos provocado.
- porque Indugraf es una fábrica de libros para nuestros chicos y debe seguir abierta y produciendo.
Por todo esto es que desde la Comisión de Mujeres de Indugraf estamos en marcha haciendo el aguante en la puerta de la fábrica, buscando aportes para el fondo de lucha, nucleando a vecinos y vecinas del barrio y abriendo relaciones con futuros nuevos clientes que impriman sus publicaciones, apuntes, libros, folletos y afiches en la Indugraf puesta a funcionar por sus trabajadoras y trabajadores.
No al Cierre!! No al Desalojo!!
Con la lucha común vamos a lograr recuperar nuestro trabajo!!
Viva los trabajadores y las trabajadoras de Indugraf en lucha!!!
Viernes 30/1 a partir de las 20 hs. Festival de Teatro y Música en la puerta del Taller.
Sábado 31 de enero 17 Hs. Sánchez de Loria 2251 Puerta de Indugraf
Todos al plenario de trabajadores, delegados, organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, políticas, gremiales, vecinos y vecinas del barrio de Parque Patricios, cooperativas y todos los sectores que estén en lucha.

PARANA METAL: Ganó la extorsión del gobierno


En Paraná Metal ganó el ‘sí' a la propuesta de 10 puntos presentada por el Ministerio de Trabajo. Por exigencia del gobierno nacional, sólo fueron empadronados los 792 compañeros efectivos (sobre un total de 1.200 trabajadores de la planta). A los 390 trabajadores contratados y de las cooperativas no se les permitió votar. Votaron 735 trabajadores: 657 por el ‘sí'; 76 por el ‘no'. Hubo 1 voto en blanco y otro anulado.
Desde Prensa Obrera habíamos alertado que la propuesta era una extorsión, pues implicaba elegir entre el cierre de la fábrica y el despido, de un lado, y la aceptación de una reducción del salario (30%) y suspensiones, del otro. Las patronales industriales ya han salido a reclamar que el "modelo Paraná Metal" sea extendido a todas las empresas.
¿Cuál es ese "modelo Paraná Metal"? Rebajas y congelamientos salariales hasta el 2010; desconocimiento de convenios; suspensiones rotativas al 60% del sueldo; todos los contratados quedan afuera.
Ya en una línea de máxima, Funes de Rioja, el representante jurídico de las grandes patronales de la Argentina, adelanto que para ellos "hablar de aumentos es un disparate" (El Cronista, 26/1) reclamando la suspensión de las paritarias por rama y acuerdos "por empresa" frente a la crisis.
Contratados y tercerizadas
Como los contratados van a ser despedidos, se les impidió votar porque nadie vota a favor de su despido. No se los incluyó en los llamados ‘10 puntos', objeto de referendo.
La dirigencia de la UOM de Villa Constitución ha hecho de gestora del Ministerio de Trabajo ante los obreros. Aceptó el cercenamiento del voto de los que están luchando codo a codo, en la carpa, en las movilizaciones y en las rutas. Prefiere los despidos a una lucha por el reparto de las horas de trabajo y un programa de inversiones bajo control obrero. El Estado se ha comprometido a pagar entre el 15 y el 20% de los salarios, según las categorías, cuando podría haber nacionalizado y destinado esa plata a reequipar la fábrica. A 420 mil pesos de salarios por mes (600 pesos por 700 obreros), en un año gastará 5 millones de pesos, que corresponde pagar a la patronal.
Hace unos días, las cooperativas y los contratados realizaron una asamblea en la que resolvieron que hasta que no les paguen todo lo adeudado (le deben el año completo), no van a entrar a la fábrica aunque arreglen los efectivos. En teoría, 48 horas antes de ingresar a la planta, a los efectivos le estarían pagando lo adeudado, pero para las cooperativas y contratados no hay fecha alguna.
La votación
Los trabajadores de Paraná Metal fueron extorsionados. Eligieron "seguir peleando desde 'adentro' (como dijo un compañero a la prensa), con la conciencia de que no serán respetados ni los 10 puntos puestos a votación. La dirección de su gremio, siguiendo órdenes del gobierno, no les permitió deliberar entre diversas alternativas.
La dirección de la UOM aceptó, con el nombre de "recategorización", una descategorización, donde las categorías especializadas ya conquistadas por Paraná Metal serían anuladas (1.7, 1.8, 1.9, 1.10). En su lugar quedarían sólo las categorías comunes del CCT 260 y del Laudo 29.
Se ha votado una rebaja salarial que no está determinada en ningún acta ni la duración ni la cantidad de las suspensiones rotativas.
Rebajando salarios, desconociendo convenios y despidiendo contratados, el gobierno pretende mostrar a las patronales, que es mejor opción, frente a los conflictos sociales, que la oposición patronal de los Carrió y los Solá.
Pero la pelea por los puestos de trabajo en Paraná Metal, en Acindar y en Siderar y en toda la clase obrera recién comienza.

Gaza: La preparación “legal” de la masacre


"La idea de bombardear la ceremonia de graduación de la promoción de la policía de Gaza fue criticada internamente meses antes del ataque", informa el diario israelí Haaretz (22/1). Según "fuentes militares involucradas en la preparación del ataque" citadas por ese diario, los oficiales de la inteligencia militar presionaban para que la operación se llevara a cabo, pero la "división de ley internacional" y el abogado militar general estaban en serias dudas acerca de la "legalidad" de tal acción. Después de varios meses de presiones, los abogados del Ejército israelí dieron el "visto bueno". En el ataque aéreo contra la escuela de policía, que se produjo en las primeras horas de la operación contra Gaza, murieron decenas de civiles palestinos.
La información, que cita extensamente "fuentes militares", pone en evidencia la prolongada y cuidadosa preparación de la operación (lo que vuelve a desmentir que se tratara de una ‘respuesta' al lanzamiento de cohetes artesanales desde Gaza). Pero, por sobre todo, echa luz sobre el carácter de la operación: desde el mismo principio, los planificadores militares eran plenamente concientes de que preparaban una masacre.
Así, la "división legal" legitimó el bombardeo de edificios gubernamentales no militares y la "relajación de las reglas de operaciones, que tuvieron como resultado numerosas víctimas palestinas" (ídem). Esto incluye, por ejemplo, la autorización para el bombardeo de escuelas y depósitos de alimentos (incluso de la ONU) con la excusa de que Hamas escondía allí armas y combatientes.
Los abogados del Ejército israelí legitimaron el bombardeo de áreas ocupadas por civiles: "En la medida de lo posible y bajo las circunstancias dadas, la población civil en un área que es un blanco debe ser advertida -explica el ‘anexo legal' de las órdenes de ataque- a menos que eso ponga en peligro la operación o las fuerzas" (ídem). En resumen: el bombardeo de casas habitadas por civiles, con advertencia previa o sin ella, fue legitimado por los abogados del Ejército israelí.
En un anexo de las órdenes operativas, dice Haaretz, los abogados del Ejército autorizaron el uso de municiones incendiarias aunque aconsejaron a los comandantes ser "cautelosos". El resultado fue una enorme cantidad de víctimas con quemaduras de extrema gravedad, "quemaduras que los doctores egipcios e iraquíes indentifican con el fósforo blanco" (Financial Times, 23/1).
A la larga preparación militar y de inteligencia de la operación, el Ejército sionista le agregó una larga preparación "legal", para encontrar los argumentos ‘jurídicos' que legitimaran el asesinato masivo de civiles y la utilización de armas prohibidas por las convenciones internacionales.
Es la misma "división legal" que ahora se encuentra trabajando a tiempo completo, con un equipo especial de juristas y diplomáticos, para impedir que los gobernantes de Israel, sus generales y sus comandantes de campo sean juzgados por los crímenes de guerra que cometieron.

Proyecto Sur reclama “paz en Gaza”

El 21 de enero, el partido comunista, Proyecto Sur (Lozano, Solanas), el Partido Humanista y el Partido Solidario (Carlos Heller) eligieron la esquina de las calles Palestina y Estado de Israel para un acto por la "paz en Gaza" - una forma de dar a entender que, primero, hay una guerra, y, segundo, que hay dos responsables. Por eso los susodichos no vinieron a las manifestaciones populares que se hicieron frente a la Embajada de Israel. Hace dos años y medio, el rabino Bergman hacía lo mismo, un acto ‘por la paz' en el Líbano. Mientras los aviones sionistas bombardeaban el país de los cedros (excluyendo solamente a los barrios ricos de Beirut), el rabino juntaba firmas y soltaba palomas de blanco inmaculado. Hizbollah debía dejar de resistir y los F 16 probablemente dejarían de volcar su carga mortuoria.
La consigna de la paz tiene como sesgo reaccionario colocar en el mismo plano al opresor y al oprimido. Es un llamado a que hagan, precisamente, ‘las paces'; que ‘se entiendan', que ‘transen'. Que retornen, después de la masacre y de los crímenes de guerra, al ‘status quo ante', cuando Gaza era una prisión a cielo abierto, el sionismo destruía sus cultivos y prohibía las importaciones y exportaciones, armaba a los grupos de tareas de Al Fatah con la intención de promover un golpe de Estado en la Franja, mantenía la vigilancia desde el cielo con radares y aviones, y con Egipto en la frontera de Rafah. Es la paz del ‘punto final' y del ‘indulto'. Durante 22 penosos días tampoco hubo una guerra, como dicen los ‘pacifistas', sino una masacre, porque el arsenal de uno y otro eran hartos diferentes. ¡Qué rápido olvidaron que la dictadura también pretendió que había librado una guerra, para escamotear la acusación de terrorismo de Estado! Ni siquiera la esquina elegida empareja la cosas, porque una es una calle y la otra una avenida.
No es la ‘paz' lo que hay que reclamar sino la satisfacción de las reivindicaciones de los oprimidos: retiro de las tropas, apertura de las fronteras (de Israel y de Egipto) y reconocimiento de la soberanía marítima, destrucción del muro del Apartheid, destrucción de todas las colonias sionistas construidas sobre los territorios ocupados, libertad de los presos políticos palestinos en las cárceles israelíes, derecho de los palestinos a retornar a sus hogares y a recuperar las tierras de las que fueron expropiados en estos sesenta años, castigo por los crímenes de guerra e indemnización a las víctimas. No es un programa bolchevique, debería poder suscribirlo cualquier demócrata. La ‘paz', en cambio, es la manutención del estado de opresión y, por lo tanto, la causal de nuevas masacres.

sábado, 24 de enero de 2009

Kirchner financia desarrollo industrial-militar de Israel


Después de 22 días de bombardeos sistemáticos sobre la población de Gaza, tanto el Secretario de las Naciones Unidas como los líderes de Europa y los principales países árabes dicen estar dolidos y consternados ante lo "desgarrador" de la masacre. En sus declaraciones a la prensa, reclaman la formación de un tribunal internacional para juzgar los crímenes de guerra y el genocidio. Pero son ellos mismos quienes lo dejan pendiente y sin fecha después de haber sido incapaces de evitar la agresión.
Conviene recordar que frente al generalizado repudio nacional y la movilización internacional de los primeros días, el gobierno nacional ensayó ser "equidistante" de agresores y agredidos. Encajaba en el discurso y complicidad internacionales del Consejo de Seguridad de la ONU y de los principales mediadores. Salió en defensa del "derecho" internacional y no en defensa de las víctimas, en momentos en que Israel violaba el derecho humanitario y todos los acuerdos internacionales previos en materia de guerras, siendo denunciada por el ensayo de nuevas tecnologías en base a tungsteno y el uso de bombas prohibidas por todas las convenciones: uranio empobrecido, fósforo blanco, de fragmentación.
Pero es poco conocido que, en los primeros días de guerra, la acción del gobierno de Cristina Kirchner pasó de las palabras al compromiso material con el Estado de Israel.
El gobierno promulgó la Ley 26.437 (13/01/09) para "desarrollar y fortalecer la cooperación económica, industrial, tecnológica y comercial entre Argentina e Israel" con el objetivo explícito de dar apoyo financiero a los proyectos de "cooperación en la investigación y el desarrollo industrial y tecnológico en el sector privado", definiendo así a "las actividades que tiendan a desarrollar productos nuevos, procesos o servicios para comercializarse en el mercado global".
Todo ello a condición de mantener -según reza el texto - el secreto y la confidencialidad incluso sobre los resultados obtenidos en los Programas financiados.
Bajo estas condiciones de `secreto de Estado' ajenas a la actividad científica y no habiendo una tradición de colaboración científica entre ambos países, será un hecho que la Ley termine financiando proyectos basados en las industrias de la guerra y la "seguridad", en áreas donde Israel es una reconocida potencia tecnológica mundial.
La ley cumple con recientes promesas del gobierno de Cristina y declaraciones de su Ministro de Ciencia y Tecnología de considerar las políticas de Israel en general como "ejemplo que tomamos muy en cuenta a la hora de decidir nuestras políticas de estado" (declaración a la Agencia Judía de Noticias, 25/11/08). Sus funcionarios elogiaron "el modelo que tienen (en Israel) de gestión privada de los conocimientos producidos en la universidad, sobre todo para nosotros que buscamos articular ambos sectores para mejorar y cambiar el modelo productivo de nuestro país."
Asociado al complejo militar y de seguridad de Israel, el gobierno nacional pretende superar así la crítica por la "ausencia de proyectos estratégicos" o por ser ajenos a la actividad científica y de equipos (Clarín 18-09-08).
El Poder Ejecutivo y el Legislativo, que reducen el presupuesto para la educación pública y para los proyectos de investigación científica en nuestro país, se pasaron de una hipócrita y diplomática "tercera posición" frente a la guerra, a otra de financiar proyectos privados para asociarse a las iniciativas del complejo industrial militar y/o de servicios del Estado de Israel, sin poner límites para aquellos proyectos que son materia de seguridad y/o agresión en curso. Las únicas condiciones son las de "proteger la confidencialidad" -con garantías equivalentes de Secreto de Estado- y que los proyectos sean "para comercializarse en el mercado global".
El acuerdo de cooperación "científica" nació en el marco del historial de mutuo encubrimiento que durante años sostuvieron la relación entre los Estados de Israel y Argentina. Cuando Kirchner puso el caso AMIA al servicio de la guerra en Medio Oriente acusando a Irán, Livni firmó el acuerdo felicitando a la justicia y al gobierno argentino por sus "avances" en la supuesta investigación del atentado (Clarín 17/11/06).
El Estado nacional es un socio estratégico en la política criminal de Israel y ahora financia la complicidad de su socio internacional.
El gobierno nacional que reconoció que el Estado es el principal encubridor de los terroristas que realizaron el atentado a la AMIA, pretende financiar y no ser sólo un socio político de criminales como Livni, Olmert y Barak. Fueron socios para encubrir a los asesinos de la AMIA y ahora lo son en el genocidio palestino... después de sostener que los atentados en nuestro país fueron producto del involucramiento de la Argentina en el conflicto de Medio Oriente.
La Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA) suma su reclamo al de tantos miles en todo el país:
* Por el cese de la agresión del Estado de Israel contra el pueblo palestino;
* Por el retiro definitivo de las tropas israelíes de Gaza y la apertura de sus fronteras;
* Por el juicio y castigo internacionales a los responsables de los crímenes de guerra;
* Por la derogación de la Ley 26.437 y la ruptura de vínculos diplomáticos, económicos y financieros con los agresores.
"GENOCIDIO, NO"

A. P. E. M. I. A.
AGRUPACIÓN POR EL ESCLARECIMIENTO DE LA MASACRE IMPUNE DE LA AMIA

Se cumplió el plazo dado por Obama


Todo el mundo sabía que la masacre contra Gaza debía concluir a tiempo, con indiferencia por los resultados, para no estropear la fiesta de la asunción de Obama. Fue, desde el inicio, una guerra a plazo fijo, con una tasa de interés incierta. Fue una guerra miserable, sin moral y sin principios: el bombardeo de un pueblo sin medios de defensa y la destrucción de miles de personas - los muertos y los sobrevivientes, dentro de los tiempos de una habilitación imperial. Ha sido la guerra más vergonzosa de la que se tenga memoria: con plazos pre-determinados desde afuera; con la prohibición de interferir en el gran espectáculo; instigada por un ejército que necesitaba vengar la humillación sufrida hace dos años en el Líbano; organizada por políticos corruptos, apurados por obtener los votos que no tienen. Esta simple enumeración describe el estado de decrepitud del Estado sionista - que solamente podrá seguir funcionando con más guerras. Las festividades del 20 de enero en Washington son nada más que un interludio. El mote de sionista es el adecuado, porque el Estado de Israel es expulsivo y constitucionalmente discriminatorio - ni laico, ni democrático.
La masacre es la partida de nacimiento del gobierno de Obama, que durante tres semanas se escudó en el ritual de la transición para justificar su complicidad con la masacre. El ritual no impidió, sin embargo, que sus hombres se pusieran a ‘trabajar' en Gaza desde el inicio. El periodista israelí Amir Oren informó la semana pasada que aunque "la voz que se oye es la de (Condoleezza) Rice (...) las manos que se mueven son las de Jim Jones. La estrategia ya está coordinada con la nueva administración" (Corriere della Sera, 10/1). Jones es el nuevo consejero de Seguridad Nacional de Obama.
¿Qué logró el Estado sionista en estos veintidós días?
Según el primer ministro Olmert, Israel "alcanzó todos sus objetivos"; menos enfático, el ministro de guerra, Ehud Barak, solamente reconoció "algunos".
En realidad, el "cese del fuego" deja al descubierto que Israel no alcanzó ningún objetivo, simplemente porque el Estado sionista no tiene objetivos sino sólo pesadillas. Incluso los críticos internos de esta masacre advirtieron que, cualesquiera fuesen, los objetivos eran "inalcanzables".
Se decía que el objetivo era obtener "una tregua duradera", una contradicción flagrante. Las treguas no son para que duren sino para quebrarlas. ¿Cuánto puede durar cualquier tregua basada en el sometimiento? Lo que no pudieron lograr los racistas blancos en Sudáfrica, no lo obtendrán los sionistas en Palestina. No pudieron alcanzarlo siquiera los colonizadores hispano-portugueses, pues la lucha por recuperar las tierras y las riquezas usurpadas no cesa desde hace siglos -y ahora está reforzada por los contingentes del proletariado moderno y los campesinos oriundos de todas las latitudes.
El Ejército sionista no pudo acabar con Hamas, una organización minúscula en número, que sobrevivió peleando durante 22 días. El fundamentalismo islámico se ganó en el combate el título de resistencia nacional. Toda resistencia nacional está obligada a movilizar políticamente a las masas y por eso crea la posibilidad de que ellas superen sus limitaciones políticas -en este caso el fundamentalismo teocrático. Lo más cercano a la ideología y a la práctica asistencial o clientelar de Hamas, es el fundamentalismo religioso sionista.
Israel acabó con la infraestructura civil en Gaza, pero de ningún modo con la "infraestructura terrorista" de Hamas; nadie puede evitar que los oprimidos acaben dándose los medios materiales de la lucha por su emancipación. Si la guerra sirvió, en este sentido, fue para moldear y entrenar a nuevos combatientes.
Se decía que Israel pretendía debilitar a Hamas y reforzar a los palestinos moderados. Pero la guerra liquidó políticamente a Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina con mandato vencido. El repudio popular palestino a su gobierno es inmenso; prohibió y reprimió las manifestaciones en defensa de la población de Gaza. La liquidación política de Abbas y de la Autoridad Palestina significa la liquidación del llamado "proceso de Oslo" y de sus sucedáneos (la "hoja de ruta", Anápolis) y de la pretendida "solución de dos estados", que en realidad convierte a los territorios ocupados en "bantustanes" segregados. Israel liquidó esta perspectiva porque no está dispuesta a hacer ninguna concesión. Desde la firma de los tratados de Oslo, el número de colonos israelíes en Cisjordania se ha más que duplicado (de 116.000 a 275.000); otros 180.000 israelíes viven en la parte árabe (oriental) de Jerusalén. El Muro del Apartheid ha confiscado el 10% de las tierras palestinas en Cisjordania. En este cuadro, la impasse política en el Medio Oriente es completa.
La guerra ha puesto en completa crisis a los regímenes reaccionarios árabes e islámicos en el Medio Oriente aliados de Israel. Esos regímenes -Egipto, Jordania, incluso Turquía- colaboraron activamente con la masacre; por eso, en cada uno de estos países hubo grandes movilizaciones populares contra sus propios gobiernos. En los últimos días del ataque, estos regímenes se vieron obligados a chocar con Israel. Turquía pidió su expulsión de las Naciones Unidas por cometer crímenes de guerra; el canciller egipcio denunció que "Israel está ebrio de violencia". La declaración unilateral de tregua por parte de Israel agravó la crisis de estos regímenes reaccionarios, porque los privó de aparecer ante sus propios pueblos como los artífices del rescate del pueblo de Gaza de las bombas. El golpe de gracia a estos regímenes reaccionarios lo dará la crisis mundial, que degradará las misérrimas condiciones de vida de los explotados de esos países. La caída de estos regímenes reaccionarios significará la apertura de una perspectiva liberadora en el Medio Oriente y, consecuentemente, agravará la impasse histórica del Estado sionista.
Esta impasse histórica es percibida claramente dentro del propio Israel y se pondrá de manifiesto como consecuencia de las elecciones del 10 de febrero, que pueden ser ganadas por el derechista Benjamin Netanyahu.
Esta perspectiva de nuevas guerras y masacres destaca la validez histórica y la plena actualidad de la vieja consigna socialista -una República única y democrática de Palestina - que reúna a los trabajadores árabes y judíos. Los trabajadores judíos no tienen ninguna perspectiva fuera de una colaboración socialista con los trabajadores palestinos, y menos todavía apoyando la opresión que ejerce el Estado sionista.
Israel ha vuelto a masacrar a cientos de niños, mujeres y ancianos y a destruir la vida y la infraestructura civil de Gaza, sólo para descubrir que su impasse es más profunda que nunca; que los regímenes reaccionarios de la región, sus aliados, están en un tembladeral político y social ilevantable; y que la aspiración nacional palestina sigue en pie.